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Los trabajadores no profesionales del Hospital Garrahan cumplieron ayer el segundo día de huelga en esta semana, en reclamo de un aumento salarial, y su representación gremial, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), fue convocada para hoy por las autoridades del Ministerio de Trabajo con el fin de encontrar una solución al conflicto. Según las autoridades sanitarias, ayer hubo que reprogramar cirugías y se trasladaron pacientes a otros hospitales. Los trabajadores, por su parte, aseguran que cumplieron con las guardias mínimas durante la medida de fuerza.
Ayer, los empleados no permitieron la entrada del personal del Ministerio de Trabajo que fue a constatar la presencia del personal mínimo durante la medida de fuerza. El episodio motivó las críticas del ministro de Salud, Ginés González García: “Si van los inspectores para verificar las guardias y no los dejan entrar, es obvio que hay un gremio que está haciendo las cosas por fuera del marco legal”, consideró. Finalmente, la inspección se hizo.
Gustavo Lerer, representante gremial, le dijo a Página/12 que durante el paro de la semana pasada los trabajadores quisieron acompañar a los inspectores en su recorrida, pero ellos se negaron. “Fuimos por detrás y vimos que las autoridades del hospital les decían lo que tenían que poner en las planillas”, denunció. Por eso “les dijimos que si era para mentir era mejor que no entraran. Y para mostrar que no teníamos nada que ocultar, hicimos pasar a las cámaras de televisión”. En este sentido, reiteró que las guardias mínimas “se están respetando”.
Para el ministro de Salud, el conflicto “parece tener razones ideológicas, porque no puede ser por razones laborales”. La misma sospecha fue esgrimida por el secretario de Salud porteño, Alfredo Stern, quien señaló en declaraciones radiales: “Me parece que el reclamo no luce como auténtico y esconde” otras motivaciones.
En este punto, Lerer señaló que quienes especulan “son las autoridades, cuando vienen a sacarse fotos al hospital. También lo hacen ahora, que no dejan ingresar a pacientes que se podrían haber internado”, aseguró. El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, informó ayer que debieron ser trasladados pacientes a otros centros e incluso que una nena fue operada, finalmente, en el Hospital Gutiérrez.
Daniel Toer, director médico del Garrahan, señaló que ayer “debieron reprogramarse 20 cirugías y se efectuaron seis que eran impostergables. De las reprogramadas, tres eran cardiovasculares y quedaron con fecha de junio de 2006”, afirmó. En tanto, un argumento que se volvió a escuchar fue el del nivel de los sueldos que ganan los enfermeros. Los trabajadores piden un aumento del 70 por ciento sobre el básico. Y las autoridades sanitarias insisten en que los empleados del Garrahan “son los que mejor cobran” dentro del sistema de salud público. Los representantes de ATE dicen que una enfermera gana de básico 850, que llega a 1200 en bolsillo. Pero el secretario de Salud aseguró a este diario que, de acuerdo con su categorización, una enfermera con diez años de antigüedad puede ganar “unos 1717 pesos y una auxiliar con la misma antigüedad un promedio de 1551”, con el aumento de un 30 por ciento otorgado en marzo.
“Todos deseamos ganar mejores remuneraciones, hasta como principio filosófico y político de una mejor distribución de la riqueza. Pero no podemos dar ese aumento, porque distorsionaría la pirámide salarial”, explicó Stern.
–Los delegados gremiales dicen que las autoridades están generando una situación de pánico frente a un eventual desborde de la atención médica. ¿Cuál es para ustedes la dimensión del conflicto? –preguntó este diario.
–Si yo pienso que para la salud infantil es inocuo que no trabaje el personal de este hospital, y que el paro no tiene repercusión en los pacientes, lo estoy minimizando. No coincido con eso. Se está tomando de rehenes a los pacientes –aseguró Stern.
El Ministerio de Trabajo convocó anoche a los trabajadores a una reunión para este mediodía, con el objetivo de destrabar el conflicto. “Espero que no sea para discutir las guardias mínimas sino para escuchar una propuesta salarial concreta para los trabajadores”, auguró Pablo Micheli, secretario general de ATE.

Informe: Daniela Bordón.