SOCIEDAD › HOY DICTAN SENTENCIA POR LA MUERTE DE MARTIN SUAREZ
En Munro esperan por justicia
El joven fue apaleado en 2002. Dos policías y dos estudiantes lo acusaron de un robo.
Pidieron 17 años para dos de los acusados.
Hoy se conocerá el veredicto contra dos policías y un estudiante juzgados por el crimen de Martín Suárez, el joven de 17 años que murió luego de ser molido a palos el 30 de agosto de 2002, mientras los uniformados y el estudiante lo acusaban de un supuesto asalto, según sostienen los familiares. La fiscalía pidió una condena de 17 años de prisión para dos de los procesados, el ex sargento de la Bonaerense Roberto Sandroni, el estudiante Ezequiel Grecco. El padre de Martín ayer admitió que le parecía poco: “Pensé que iba a pedir 20, 22 años, pero ojalá que los acusados sean condenados de acuerdo a lo que solicitó el fiscal”.
La sentencia está a cargo del Tribunal Oral 4 de San Isidro, encargado del juicio que comenzó el 2 de mayo pasado. Los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Carlos Santillán hoy pronunciarán la sentencia contra el sargento de la Bonaerense Roberto Sandroni; el oficial Julio Morinigo y el estudiante Ezequiel Fernando Grecco. El miércoles pasado, la fiscalía pidió 17 años de prisión para Grecco y Sandroni, quienes tras permanecer algunos meses detenidos llegaron al juicio oral en libertad. El fiscal pidió, en cambio, sólo cinco años de cárcel, multa e inhabilitación para el oficial Morinigo.
De acuerdo con la acusación, Martín Suárez murió el 30 de agosto de 2002 a raíz de los golpes propinados un día antes por Sandroni y Grecco. Ambos acusaron a Suárez de haber cometido un robo. En esa ocasión, Oscar Suárez, padre de Martín. denunció que su hijo fue “salvajemente” golpeado por dos policías y dos personas de civil y que murió 24 horas más tarde en su casa de Carapachay.
Los policías se encontraron con el chico mientras caminaba por Acassuso y Colectora, en la localidad de Munro. Apenas lo vieron, estacionaron una camioneta y se bajaron. Según la denuncia, se abalanzaron sobre el chico al grito de “¡ahí hay uno!”. “Los dos policías –dijo su padre– comenzaron a golpear a Martín en plena calle, mientras lo acusaban de haber robado algo.”
Pero en la camioneta no estaban solos. “En un momento dado –continuó Suárez–, bajaron de la camioneta dos personas de civil y una de ellas tenía un tirante de madera con el que golpeó a Martín. Estos dos eran, teóricamente, los presuntos damnificados por el robo que le adjudicaban a mi hijo.” Martín estaba muy cerca de la casa de su novia. Cuando comenzó a gritar, la adolescente salió de su casa con su padre, que pudo impedir que continuara la golpiza. Al chico lo trasladaron a la comisaría tercera de Vicente López, donde se reencontró con su padre, que llegó acompañado de un abogado. Martín no tenía heridas externas de gravedad, sin embargo tenía muestras de dolores internos.
“Me miró, y sus ojitos parecían decirme: ‘Papá, sacame por favor de acá”’, contó su padre poco después de su muerte. “El viernes 30 de agosto me levanté, lo vi durmiendo y me fui a atender mi verdulería, y después, al mediodía, lo volví a ver y estaba frío. Estaba muerto.”
Los primeros días de septiembre de 2002, la tercera de Munro quedó en la mira de todos los vecinos. En ese momento, se realizaron marchas de protesta en las que se evidenció que el de Martín Suárez no era el único caso. Incluso, durante la instrucción del caso, el juez de Garantías Juan Makintach citó al comisario de la 3ª para recriminarle: “No se puede permitir que mientan a la opinión pública”. Motivo: los policías dijeron que no había pasado nada; después aceptaron los golpes pero señalaron a Grecco; después, separaron al médico policial que certificó que la víctima no había recibido golpes. Ahora, aguardan el fallo.