SOCIEDAD › AVANZADO DESARROLLO DE UN
REMEDIO CONTRA LA EYACULACION PRECOZ
La píldora para tomarse su tiempo
Es una especie de Viagra para retardar la eyaculación: se toma antes de la relación. En ensayos logró resultados exitosos. En unos meses, los investigadores de EE.UU. pedirán su aprobación.
Son cerca de las ocho de la noche cuando el cable llega a la redacción: la primera droga específica contra la eyaculación precoz se probó con éxito en Estados Unidos; a semejanza del Viagra, el medicamento se administra antes de la relación sexual: en un estudio de 12 semanas de duración, sobre más de 2600 hombres, el tiempo hasta la eyaculación se multiplicó entre tres y cuatro veces. Es cierto que partieron de una base modesta: no más de dos minutos tardaban estos hombres en eyacular. Tal vez la noticia tenga sus complicaciones, pero estamos sobre el cierre de esta edición de Página/12, no hay tiempo que perder, siente el cronista. “No te pongas nervioso, tenemos tiempo”, dice sin embargo Página/12, y el cronista consigue hacer una pausa y pasar al siguiente párrafo.
La droga se llama dapoxetina, y la investigación fue realizada por un equipo que dirigió Jon Pryor, de la Universidad de Minnesota, para el laboratorio Johnson & Johnson; se presentó en la reunión anual de la Asociación Urológica de Estados Unidos. El estudio comprendió a 2614 hombres de entre 18 y 77 años, con relaciones monógamas desde hacía por lo menos seis meses, que padecieran “persistente o recurrente eyaculación más rápido que lo deseado, ya sea antes o poco después de la penetración; típicamente, expresando un IELT de dos minutos o menos”. ¿Qué es el IELT?
No hay tiempo de explicarlo. Ya se viene el cierre y el cronista necesita terminar de una vez, salir de una situación de tanta exigencia. ¿Quedará Página/12 satisfecha con esta nota? IELT es la sigla en inglés de “Tiempo de Latencia Intravaginal Eyaculatoria”, medido por un cronómetro que el hombre o la mujer (a elección de la pareja) activan cuando se introduce el pene y detienen cuando se produce la eyaculación. ¿No sería mejor que ocuparan la mano en otra cosa?
Quién sabe, ahora lo que importa es terminar la nota, salir de esta angustia. Los que recibieron de 30 a 60 miligramos de dapoxetina –administrada una a tres horas antes del sexo– experimentaron un incremento de entre tres y cuatro veces en su IELT, en comparación con los que recibieron un placebo. Además, la proporción que afirmó tener un control eyaculatorio “entre aceptable y muy bueno” subió de sólo 2,5 por ciento a 51,8 por ciento; con el placebo, subió un 26,4 por ciento. En las compañeras, la proporción de satisfacción sexual “buena a muy buena” subió del 20,4 al 38,7 por ciento con la droga, contra sólo 24,6 por ciento con el placebo. Pero el cronista no puede concentrarse: ¿quedará satisfecha Página/12? No se puede estar seguro. Lo peor es que, por momentos, el cronista siente que en realidad no quiere satisfacerla, sobre todo cuando ella..., pero mejor no pensar en estas cosas. Vamos a los testimonios.
Osvaldo Mazza –jefe de Urología en los hospitales de Clínicas y Alemán– confirmó que la dapoxetina “es el primer medicamento exclusivo para la eyaculación precoz. Hasta ahora, empleamos determinados fármacos utilizados como antidepresivos, desde que se descubrió que tienen como efecto secundario retardar la eyaculación. Pero deben ser administrados diariamente: la dapoxetina es una droga de ingesta previa, como el Viagra; los resultados parecen muy buenos y es probable que en pocos meses sea aprobada por la FDA”, de Estados Unidos, cuyos dictámenes suele seguir la Argentina.
Seguro que otros periodistas, en otros medios, están haciendo notas mucho mejores que ésta, piensa el cronista y siente que lo mejor será salir lo antes posible de este infierno. León Gindin –profesor de Sexualidad y Salud en la Universidad Abierta Interamericana– afirmó que “los resultados del estudio sobre la dapoxetina son promisorios”, pero señaló que “si estos medicamentos no van acompañados por un proceso de aprendizaje, el problema reaparece”. Gindin destacó que “la eyaculación precoz no se define por un tiempo en minutos o segundos, sino por el hecho de que el hombre no pueda decidir el momento de su eyaculación”. Esta capacidad “requiere un aprendizaje, que pudo no haberse efectuado si la persona tenía un problema de ansiedad concomitante”.
A esta altura el cronista no aguanta más. Pensar que algunos se divierten escribiendo notas periodísticas. Si uno realmente disfrutara, no tendría apuro en terminar. Según sus fabricantes, la dapoxetina tiene “efectos secundarios de intensidad mediana a moderada; los más comunes son náuseas”.