SOCIEDAD
HIERRO
Angela Peralta, la chica de 22 años embarazada de seis meses que recibió una inyección de hierro adulterado de Yectafer, fue dada de alta ayer. La ampolla, que se le había aplicado en el hospital de Cinco Saltos, en Río Negro, le provocó una grave insuficiencia hepática, por lo que tuvo que ser sometida a una cesárea. Su hijo, Maximiliano, nació con 1,300 kilogramos de peso, por lo que continuará internado en el Hospital Italiano de esta ciudad. Angela tiene que ser sometida a un trasplante de hígado, aunque su situación no cumple con los criterios de “urgencia”.