SOCIEDAD › EL CASO DEL MATRIMONIO DE POLICIAS BALEADOS
Con la hipótesis del robo
La investigación por la pareja de policías federales que apareció baleada hace quince días en la autopista Dellepiane dio ayer un giro insospechado. Mientras las primeras hipótesis hablaron de un amor de gatillo fácil entre los suboficiales Silvia Brítez y Gustavo Carballo, ahora la institución informó que los novios “aparentemente hablaban” en los bosques de Ezeiza cuando “sufrieron un robo”. Cuando los encontraron en la autopista, alertados porque el Renault 9 de Carballo había pasado el peaje sin pagar, la mujer tenía un tiro en el hombro, otro en el abdomen y un tercero en la cabeza que le dieron muerte. El viajaba con un balazo en la cara. Por esta causa se están por hacer detenciones.
De acuerdo con la investigación, los suboficiales habían buscado soledad entre los árboles. Bajaron del auto “con aparentes intenciones de mantener relaciones sexuales”. La pareja, que se desempeñaba en la comisaría 13ª, de Caballito, fue abordada por una o más personas. La mujer, en ropa interior, intentó resistirse, aunque no llegó a su arma y fue baleada, según reconstruyeron los pesquisas. Carballo la subió al auto para llevarla al Churruca, donde se atiende a los policías heridos. Según la policía, al arrancar el auto Carballo recibió un disparo que le destrozó la mandíbula y rebotó contra el vidrio de la ventanilla, que se rompió.
En estas condiciones, a las 16 llegaron a un puesto de peaje, el auto pasó sin pagar, chocó a otro auto y se frenó contra el guardarrail a unos 200 metros. Brítez murió al llegar al hospital, mientras Carballo está internado y en coma, aunque la Federal indicó que está “fuera de peligro” y “dentro de poco” podrá decir qué pasó.
Por lo pronto, la Policía Científica determinó que las pistolas reglamentarias de los suboficiales no habían sido disparadas, por lo que se supone la participación de una tercera persona. En el Renault, hallaron manchas de “arrastre” de sangre de la mujer, que se había apoyado en el baúl ya herida antes de subir al auto.
Como estaba en ropa interior, se presume que los atacaron en una situación sexual, por lo que los investigadores buscaron lugares elegidos por las parejas. En los bosques de Ezeiza, encontraron el vidrio que faltaba al Renault 9 y una vaina de bala. Por medio de investigaciones y testimonios, los policías creen haber descubierto a quien los baleó y esperan atraparlo en las próximas horas.