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Ocurrió en el partido bonaerense de Villarino, en uno de esos pequeños pueblos que se levantan a la vera de la ruta. Una mujer dio a luz a una beba en el baño de su casa. Más tarde, le dijo a sus cuatro hijos que la nena había nacido muerta, pese a que ellos habían escuchado el llanto de la criatura. La madre ordenó a su hija mayor, de 12, hacer un pozo para enterrar el cuerpo. Ella no obedeció y contó lo sucedido. El jueves, la mujer fue detenida, luego de que la autopsia revelara que la beba había nacido viva.
La historia se enmarca en un contexto de abandono y abusos, como el que vivió Romina Tejerina. La nena de 12 años estaba bajo tratamiento psicológico porque una pareja de la mamá había abusado sexualmente de ella, contó a este diario una fuente policial. El 19 de mayo, al día siguiente del episodio, la chiquita llamó a su psicóloga, que la atiende en Bahía Blanca, para contarle lo sucedido, y la profesional dio cuenta a la policía. Al iniciarse la investigación por la muerte de la beba, la mujer, de 32 años, aseguró que su embarazo había llegado al quinto mes, pero que “por hacer fuerza se descompuso y tuvo un aborto espontáneo”. También explicó que había sepultado el cuerpo de la criatura “por miedo, por susto”, recordó el vocero.
En un allanamiento policial se encontró el cadáver en el patio, donde lo había enterrado la mujer. Más tarde, la autopsia reveló que el embarazo llegó a los nueve meses, además de que la criatura había nacido con vida pero “falleció desangrada, ya que el cordón umbilical no había sido anudado”. Ahora en la investigación se procura dilucidar si la mujer sabía o no que debía atar el cordón.
Como si la historia volviera a repetirse, pudo saberse que la primera hija de la madre detenida también había nacido en el baño de su casa, aunque esa vez con la asistencia de su abuela, quien fue la encargada de cortar y atar el cordón. Según trascendió, la mujer había ocultado su embarazo en el lugar donde trabajaba y no había concurrido a ningún centro de salud para hacerse controles durante la gestación.

Informe: Daniela Bordón