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La vida y paradero de Oscar Alfredo Ulfe, de 33 años, mantienen en vilo a su familia. Es que anteayer el joven empresario fue asaltado en la fábrica de productos químicos que tiene junto con sus padres en Sarandí, en el partido de Avellaneda. Como en el lugar no había dinero, los ladrones decidieron convertirse en sus captores y lo secuestraron huyendo a bordo de su propio auto. En un principio se sospechó que se trataría de un secuestro express, pero el hallazgo del coche vacío primero y la ausencia de novedades sobre la situación del empresario después llevaron a los investigadores a pensar en algo más grave. Hasta anoche, pasadas más de 30 horas de su desaparición, la familia de Ulfe no había recibido llamadas extorsivas y dentro de las hipótesis sonaba cada vez más fuerte la más pesimista: la del homicidio.
Apenas habían pasado unos minutos de las 12 del mediodía del miércoles cuando Oscar Ulfe, un empresario que reside en el barrio porteño de Versailles, arribaba a la fábrica Dupro Quim, ubicada en Luján 1711 de Sarandí. A bordo de su auto Mitsubishi Colt BBI 669, Ulfe fue sorprendido por dos hombres que a punta de pistola lo obligaron a entrar al establecimiento, donde dos de sus empleados también fueron amenazados y debieron arrojarse al suelo. Al grito de “danos el dinero”, los asaltantes revisaron rápidamente la fábrica y, al fracasar en su búsqueda, tomaron extrañamente una máquina amoladora –utilizada para afilar metales– y exigieron al empresario las llaves de su vehículo, en el que cargaron el aparato.
Con Ulfe como acompañante forzado, los hombres huyeron a gran velocidad. “Al volante se ubicó uno de los ladrones, mientras que el otro controlaba al secuestrado”, informaron fuentes policiales. Al parecer, los asaltantes no se manejaron en forma tranquila sino que se mostraron más bien nerviosos tanto al momento de exigir dinero como al de huir. Luego de sucedido el hecho, uno de los empleados testigos del secuestro denunció el caso en la comisaría de Sarandí, donde dieron aviso a la familia del empresario y “se emitió un alerta general al resto de las comisarías de la zona”, según confió un investigador.
Apenas media hora después de realizada la denuncia, el auto de Ulfe fue hallado en la playa de estacionamiento del supermercado Auchán, en Avellaneda. “El automóvil estaba cerrado y sin las llaves”, aseguraron las fuentes del caso, que además detallaron que dentro del coche “no se detectaron manchas de sangre ni rastros de violencia” y tampoco se observaba barro en las ruedas o guardabarros, “lo que indica que no circuló por calles de tierra”.
El caso quedó a cargo del fiscal de Lomas de Zamora Juan José Vaello, quien, junto con la Delegación de Investigaciones de ese distrito, dispuso realizar un seguimiento de todas las cuentas bancarias de Ulfe con el fin de detectar cualquier movimiento de dinero reciente. Pero aunque las pesquisas se orientaban en esa dirección, los investigadores no descartaban desenlaces trágicos debido a que hasta las últimas horas de ayer la familia de Ulfe no había recibido ningún llamado de los secuestradores, “por lo que la hipótesis del secuestro extorsivo va perdiendo fuerza”, confiaron. Mientras se esperan novedades, el hecho fue calificado momentáneamente por la fiscalía como “robo calificado y privación ilegal de la libertad”.