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Nada le hizo pensar a Katherine que la tarde iba a terminar mal. La nena de once años salió de la escuela –como todos los días– rumbo a su casa. Pero en el camino fue agredida a golpes por otras dos alumnas y terminó con la clavícula rota y un corte en el labio. Según aseguraron desde la Secretaría de Educación, el hecho es inédito en la ciudad.
El episodio ocurrió el martes, poco después de las 17. Katherine Méndez, alumna de 6º grado, salió con sus dos hermanos menores de la Escuela Nº 9, de Villa Lugano. Caminaron con destino a la parada del colectivo que los llevaría a su casa, en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge. Pero poco antes de llegar a la parada notaron que detrás de ellos caminaban otras dos chicas de séptimo grado y el clima se puso amenazante.
“Venían, me empujaban y me miraban como si yo fuera poca cosa para ellas”, ilustró Katherine en declaraciones radiales, y añadió: “Aunque les dije que no quería tener problemas con ellas, en la parada del colectivo me agarraron, una me pegó una piña y me dejó medio mareada, después me tiró al piso y me empezó a pegar”, relató.
La nena afirmó que se hubiera podido “defender sola”, pero cuando lo intentó, se metió la segunda, que “me agarró de los pelos y me empezó a arrastrar por el piso”. La primera niña, entonces, “aprovechó y me pegó piñas y patadas, aunque no eran conscientes de lo que hacían”. Ka- therine terminó con la clavícula quebrada y un corte en un labio.
Una versión difundida ayer indicaba que las chicas que interceptaron a Katherine le habrían dicho que le pegaban “por ser linda”. Sin embargo, la nena certificó que “eso ellas no me lo dijeron”.
“Es un hecho que nos preocupa mucho y nos prende la alarma”, señaló a Página/12 Roxana Perazza, secretaria de Educación porteña, quien especificó que antes no se había registrado en la ciudad “un hecho de esta naturaleza. Los adultos debemos ayudar tanto a la nena que ha sido golpeada como a las que hicieron esto”. En este sentido, adelantó que las niñas agresoras no serán sancionadas con expulsiones.
“Si expulsamos no solucionamos nada, sólo estaríamos dejando sin escolaridad a unas nenas que están muy mal para hacer lo que hicieron”, puntualizó. Además, explicó que se tomó la decisión de trabajar “junto a las familias, porque este problema no lo puede resolver la escuela sola, necesitamos que estén presentes los padres”, que fueron convocados por las autoridades de la institución donde estudian las niñas.
Perazza indicó que se garantizará acompañamiento psicológico para Katherine, además del apoyo de una maestra domiciliaria durante los días en que la niña deba guardar reposo.
También habló del tema el ministro de Educación, Daniel Filmus, quien admitió que “es verdad que hay situaciones de conflicto y de violencia, pero la escuela es el lugar menos violento de la Argentina y es el lugar donde los chicos están más seguros”, afirmó. En este sentido, Filmus indicó que si un chico “está en la calle o en el propio hogar tiene más situaciones de violencia que si está en la escuela”.