SOCIEDAD › DENUNCIA CONTRA DOS GERENTES DE SEGURIDAD
Gatillo fácil en el Banco Central
No hubo aquel año otro supuesto tiroteo en el que un policía bonaerense demostrara mejor puntería que el subinspector Héctor Daniel Muzzio. De su pistola reglamentaria, según él mismo aseguraba entonces, salieron los once tiros con que fueron eliminados en 1987 tres jóvenes de Dock Sud: Ramón Ricardo Ortiz, de 19; Raúl Orlando Giménez, de 18, y Alberto Ramón García, de 16. Muzzio pasó siete años prófugo y fue exonerado de la fuerza, hasta un confuso episodio en 1996 en el que cayó preso con un arsenal clandestino. Ahora, la Coordinadora contra la Represión Ilegal e Institucional, Correpi, denunció que el policía, ya comisario, es uno de los gerentes de seguridad –junto a otro policía con antecedentes–, nada menos que del Banco Central. Desde la entidad desmintieron que tuvieran ese prontuario.
En los archivos de la organización de derechos humanos figuran tanto Muzzio como el comisario Omar Arce, actuales gerentes de seguridad del BCRA. En el caso de Muzzio lo que se le imputó es haber sido el asesino de los tres chicos de Dock Sud acribillados en la madrugada del 19 de junio de 1987. Ese día, Ortiz, Giménez y García conversaban en la esquina de Alem y Huergo. Según aseguró el abogado de los familiares de las víctimas, Juan Carlos Capurro, consultado por Página/12, fueron levantados en un automóvil Fairlane azul, de techo de plástico negro, y fusilados luego a quince cuadras del lugar. Claro que la versión del policía Muzzio fue bien diferente: dijo que se trató de un enfrentamiento heroico en el que él, tras el asalto a un vecino, Alfredo Cardinale, les disparó. A pesar de la oscuridad del Docke, el policía disparó, dijo, doce de las 13 balas de su pistola dando once en el blanco, todos por la espalda.
En el caso de Arce el cuestionamiento de Correpi radica en que el comisario comandaba el Grupo Halcón que el 19 de septiembre de 1999 intervino en la Masacre de Ramallo, donde los policías acribillaron el auto en el que intentaban huir con tres rehenes los asaltantes del Banco Nación. El organismo recordó que “en el literal fusilamiento murieron uno de los ladrones, el gerente y el contador del banco” mientras que “otro ladrón y la esposa del gerente quedaron heridos, y el tercer ladrón, milagrosamente indemne, ‘se suicidó’ de forma más que conveniente minutos después de ser ingresado a la comisaría”. Sin embargo, fuentes del Banco Central negaron a la agencia DyN que esos policías tengan los antecedentes descriptos por la Correpi.
Lo cierto es que la historia, por lo menos de Muzzio, no se limita a su posible participación en el triple homicidio, del que fue sobreseído por el juez Daniel Llermanos. En los archivos periodísticos aparece como el hombre al que la jueza María Romilda Servini de Cubría detuvo en el marco de la investigación por la falsa célula guerrillera ORP (Organización Revolucionaria del Pueblo). Muzzio apareció con un arsenal en el que había desde Itakas hasta pasamontañas.