SOCIEDAD
Vecinos que tomaron una pizzería abandonada para crear un comedor
La Asamblea de Villa Urquiza copó la vieja Ideal, un local que se había convertido en depósito de basura. Empezaron a limpiarlo para instalar allí un comedor comunitario destinado a los carenciados. Pero el Onabe presentó una denuncia judicial por usurpación.
Por Eduardo Videla
La Ideal fue, hasta hace tres años, una concurrida pizzería de barrio, con una ubicación de privilegio, sobre la avenida Triunvirato, a metros de la estación Urquiza, del ex Mitre. El local cerró y con el tiempo quedó convertido en depósito de basura y albergue de ratas. Ahora, los vecinos de la asamblea de Villa Urquiza cambiaron la historia de abandono de esa esquina: el martes a la noche resolvieron hacerse cargo de ese espacio inútil y comenzaron a limpiarlo, con la idea de instalar allí un comedor comunitario. “Lo recuperamos para el barrio”, dicen los vecinos, que ya tienen una lista de 150 personas carenciadas de la zona, postulantes para el futuro comedor. Pero no todos conjugan el verbo recuperar a la hora de calificar el hecho: el Organo Nacional Administrador de Bienes del Estado (Onabe), a cargo del lugar, presentó una denuncia acusando a los vecinos de usurpar el local.
La ocupación no fue un arrebato de los vecinos: el proyecto fue elaborado por la asamblea hace tres meses y presentado ante el propio Onabe y el gobierno porteño. El Estado tenía planes menos urgentes para el lugar: su concesión a una empresa para la explotación comercial. Con ese fin se llamó a licitación en octubre, pero no hubo interesados y, por lo que se sabe, se está preparando un nuevo llamado a licitación.
“Nosotros pensamos que el lugar podía ser aprovechado por la comunidad, que tiene necesidades urgentes”, dice Carlos, que trabaja como canillita en el barrio y es integrante de la asamblea. Víctor, dueño de un comercio ubicado sobre Monroe, a cien metros de La Ideal, cuenta que la ocupación del local abandonado “tuvo el apoyo de representantes de siete asambleas, pero en la votación participaron solo la gente de Villa Urquiza, unos 150 vecinos”. Pasadas las 22, después de la votación, los vecinos retiraron la empalizada que protegía la entrada a La Ideal. “Sacamos fotos e hicimos filmaciones, para dejar documentado en qué condiciones estaba el lugar cuando entramos”, cuenta Felipe, chofer de taxi. “Esa misma noche –agrega– comenzó la limpieza del lugar. El miércoles alquilamos un volquete, para sacar la basura y los escombros, pero una orden judicial nos prohibió sacar cosas del local, aunque fueran desperdicios.”
A metros de la puerta, una comisión de la Policía Federal vigiló durante todo el día que se cumpliera la orden del juez. Un grupo de vecinos pasó toda la noche de guardia, dentro del local, cuidando el espacio conquistado.
La denuncia presentada por el Onabe ante el juez federal Jorge Ballestero no los sorprendió. “Queremos que las autoridades entiendan que el proyecto es serie y tiene el respaldo de la gente del barrio”, dicen, apostando a una negociación. Ayer por la tarde, los vecinos festejaron la partida de la comisión policial: después de ordenar un inventario, el juez los autorizó a continuar con la limpieza y retirar la basura.
“El barrio no tiene un centro cultural, el único cine que hay es una sala porno y también escasean las plazas”, argumenta Nora, en defensa del proyecto vecinal. Además de vecina de Villa Urquiza, Nora es abogada e integra la red de asesores legales de las asambleas. “Aquí, el Estado tiene un lugar para brindar contención social”, agrega.
“Pensamos utilizar los hornos para hacer pan”, dice Carlos, el canillita. Los vecinos parecen no haber dejado nada librado al azar: antes de recuperar el lugar, hicieron un relevamiento en el barrio para detectar, con nombre y apellido, a las familias carenciadas, y enviaron el pedido de raciones alimentarias a la secretaría de Promoción Social del gobierno porteño.
Aún sin tener el lugar, los vecinos organizan todos los miércoles, a la noche, una rueda de leche caliente para los cartoneros y sus hijos, antes de que suban al Tren Blanco que, a las 11 de la noche, los devuelve a José León Suárez.
La Ideal no es la primera experiencia de recuperación de espacios públicos en Villa Urquiza: en febrero, los mismos vecinos de la asamblea desalambraron un predio de media manzana, que había sido concesionado por el Onabe a un supermercado. “Rompimos el piso de cemento y plantamos árboles. Y los chicos de una escuela del barrio pintaron un mural”, relata Nora. Tantos actos para reafirmar la soberanía se vieron recompensados con una ley que está a punto de aprobar la Legislatura, declarando ese sitio como espacio público. El predio, ubicado justo enfrente a La Ideal, es escenario de las asambleas vecinales. Los vecinos quieren convertirlo en una plaza.
En La Ideal no se pueden plantar árboles, pero en su lugar, los vecinos ya organizaron una serie de actividades: para esta noche está prevista una función de cine debate y para mañana a la tarde, un festival artístico.