SOCIEDAD

Otros padres sospechan de abusos en el Euskal-Echea

Tres padres se presentaron en la Justicia para denunciar el temor de que sus hijos también hayan sido abusados en el jardín. Las autoridades siguen relativizando la acusación contra la preceptora.

Por lo menos los padres de tres niños más, alumnos del jardín de infantes del Euskal-Echea, se presentaron ante la Justicia con el temor y la duda de que sus hijos también hayan sido abusados sexualmente en la institución. A cada uno de ellos, como en los otros tres casos por los que la docente Clarita Viviano está presa, los padres les escucharon diferentes relatos sobre hechos de violencia que pueden esconder el abuso. “Las niñas de tres años no necesariamente refieren el hecho puntual del abuso, pero los equipos de psicólogos tienen métodos para detectar con seguridad si hubo o no un abordaje sexual”, le dijo ayer a Página/12 una alta fuente de la investigación. Mientras desde la escuela las autoridades salieron a relativizar la denuncia, un vocero judicial fue tajante al explicar la situación de Viviano: “No hay manera de que haya errores en los exámenes psicológicos porque las niñas coinciden en señalarla y en el lugar donde se desarrollaron los hechos”.
La historia estalló en las manos de los padres y las madres de los niños que concurren al tradicional colegio de Llavallol. “Para mí, lo extraño, como docente del colegio y como madre, es la forma en que se presentó una denuncia directamente a la Justicia y no se planteó antes el tema en el colegio –opinó sin dar su nombre una mamá de una nena del jardín de infantes–. “Si tocaran a una hija mía no sería ésa la reacción. Teniendo confianza en la institución, la denuncia sería con posterioridad.” Para la Justicia, según fuentes cercanas a la fiscalía de Lomas de Zamora que investiga el caso, “hay quienes con alguna actitud corporativista perdieron la mirada objetiva sobre el hecho. Lo objetivo es que pasó algo en el colegio pero sobre lo que el colegio no tiene la culpa. El colegio tomó para preceptora a una psicopedagoga y ex alumna. No podía determinar la psicopatía que podría haber en la sospechosa”.
“La prueba reunida apunta a la maestra”, aseguran los investigadores. Y se basa fundamentalmente en el relato que en los testeos psicológicos realizados hacen tres niñas que habrían sido abusadas. Una sola de ellas, la hija de Liliana, la madre que hizo la primera denuncia judicial, presentó lesiones en el examen médico. La chiquita llegó de la escuela con dolores y lloró hasta la madrugada. La madre descubrió que sangraba. La llevó al médico y comprobó que tenía el himen roto “por la presión de un dedo humano”. Las otras dos nenas dejaron claro en los exámenes psicológicos que también habían sido víctimas de un acoso. “De los informes se desprende con seguridad que las niñas reconocen a Clarita como la persona que las llevó al mismo lugar a las tres y que allí las abordó”, dijo una fuente judicial de Lomas.
Para la Justicia, los casos de abuso puede que no terminen en las tres niñas que ya fueron examinadas. “Hay otros chicos por examinar. Hay otros niños a los que hay que hacerles un examen psicológico”, le dijo una fuente cercana a la fiscalía a Página/12. “Son alrededor de seis padres los que se han acercado. Y los últimos concurrieron espontáneamente. Algunos declararon que su hijo no vio nada, otros que la celadora les gritaba o los rasguñaba”, señalaron los investigadores. De todas maneras, la prueba que incriminaría a la preceptora Clarita Viviano no termina en los exámenes psicológicos. En la fiscalía consideran importante que las tres niñas presuntamente abusadas presentaron el mismo síntoma: inmediatamente después del hecho comenzaron a padecer enuresis, o sea las tres dejaron de controlar esfínteres durante la noche.
Después de que en el colegio trascendió que la preceptora fue detenida por pedido del fiscal Acevedo, el pánico de los padres es que sus hijos también puedan haber sufrido un abuso. El colegio, donde ayer la puerta se convirtió en un tumulto de medios periodísticos que buscaban una declaración de las autoridades, está dividido entre quienes rescatan a la docente presa en una comisaría de Lanús y quienes quieren que se revise la lista de maestros. “El tema es que tienen que ser cuidadosos. Aunque hasta el momento existen elementos contra Viviano, si ella no fue, la persona que lo hizo sigue en el colegio”, advirtieron.

Compartir: 

Twitter

Izaskun Ordoqui Urcelay, coordinadora institucional; Néstor Raíces, representante legal.
A la derecha, Celina Agrini de Basile, directora del nivel inicial del Euskal-Echea de Llavallol.
 
SOCIEDAD
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.