Ante la posibilidad de que Ricardo Righi, padre de uno de los chicos fallecidos en Cromañón, haya sido quien envió una serie de correos electrónicos con presuntas amenazas al ministro del Interior, Aníbal Fernández, la Justicia decidió allanar la casa de uno de los integrantes del denominado “núcleo duro” de víctimas del boliche de Once. Allí se secuestraron tres computadoras, con el objetivo de determinar si los emails que el funcionario denunció haber recibido salieron de las máquinas del propio Righi.

El operativo se realizó ayer a las ocho de la mañana, por orden de la jueza federal María Servini de Cubría, en una casa de la localidad bonaerense de Ciudadela. Días antes del recital que realizó Callejeros en el estadio Chateau Carreras de Córdoba, el ministro denunció haber recibido en su casilla de correo un mail de Ricardo Righi, en el que amenazó con “realizar un atentado contra el estadio” donde tocaría el grupo.

Sin embargo, Fernández aclaró que lo que él denunció a la Justicia federal no fue una amenaza de Righi hacia su persona sino una “amenaza pública” hacia el recital que Callejeros dio el 21 de septiembre. Según el relato de Righi, la policía se llevó una computadora de su propiedad y uso habitual, otra que pertenece a sus hijos y una tercera que no funciona, además de realizar una “inspección ocular” sin llevarse otros objetos. Asimismo, el abogado Javier Miglino, querellante en la causa del boliche de Once, dijo haber recibido una nueva amenaza por parte “del padre” de un joven fallecido en Cromañón, aunque no especificó su nombre. “Con todo lo que estás haciendo te voy a hacer desaparecer”, fue el texto del mensaje según el letrado.