Miércoles, 20 de diciembre de 2006 | Hoy
En el caso del secuestro de Hernán Iannone, el fiscal descubrió, a partir de una llamada, que los oficiales se quedaron con una parte del botín y, ante el reclamo de la familia, lo devolvieron.
Por Raúl Kollmann
El intento de robo de 47.000 pesos que formaban parte del rescate a pagarse a los secuestradores de Hernán Iannone parece haber sido comprobado por la Justicia. El fiscal Paul Starc detectó una llamada telefónica en la que una hija de Iannone le contaba a una amiga sobre la desaparición del dinero. Convocada a declarar, la hija habría admitido que efectivamente el robo de parte del rescate se produjo y que cuando Iannone padre les reclamó el dinero a los policías, éstos se lo devolvieron mandándolo en un remise. La semana pasada, cuando el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, se enteró de la denuncia resolvió pasar a disponibilidad preventiva al comisionado Oscar Giles y el capitán Gustavo Expósito, ambos de la Departamental de Investigaciones de San Martín. Según dicen, el más comprometido sería Expósito.
De acuerdo con la investigación, ocho días antes de la liberación, Luis Iannone, el padre de Hernán, tenía el dinero listo para pagarles el rescate a los secuestradores. Los billetes estaban en una caja y, según parece, los policías le pidieron la plata para dejar sentado en un acta el número de cada billete. Se sabe que si a una persona se la sorprende con parte del rescate, los números de los billetes son una prueba de importancia.
Luis Iannone habría entregado la caja, los policías hicieron el acta y le devolvieron el dinero exactamente en la misma caja donde estaban originalmente, cerrada con cinta de embalar. Cuando Ianonne padre se aprestaba a salir a arrojar el rescate en el lugar que le indicaran los secuestradores –una salida inicial que resultó fallida–, la banda llamó por teléfono y dijo que no quería el dinero en caja sino en una bolsa. Al realizar el pase, Luis habría contado el dinero y notó el faltante de los 47.000 pesos. De inmediato –según el expediente– les hizo el reclamo a los policías y, por lo que ahora se sabe, éstos le habrían devuelto el dinero mandándoselo en un remise.
Originalmente se decía que los policías habrían argumentado que cobran poco y que necesitaban el dinero, pero esa versión parece poco creíble. Como señaló Página/12 el primer día, existen antecedentes de policías que robaron rescates, pero no de esta manera tan grotesca. Hombres que han revistado en la División Asuntos Internos, tanto de la Policía Federal como de la Bonaerense, afirman que el método consiste en decir, por ejemplo, “necesitamos tanto dinero para investigar, no nos dan el dinero suficiente para trabajar” y otros artilugios por el estilo. Es decir, hacerle una presión a la familia. En este caso, aparentemente no fue así, sino que se trató de un robo que, además, habría puesto en riesgo la vida del secuestrado porque se iba a arrojar menos dinero que el acordado con la banda.
Quien dio a conocer la denuncia sobre la maniobra con los 47.000 pesos fue Miguel Estete, el tío de Hernán, quien está muy enfrentado con la familia Iannone desde hace casi una década. Estete se lo contó a Juan Carlos Blumberg y éste lo hizo público de inmediato. Los Iannone salieron a negarlo, incluso Estete se desdijo en un careo con su hermana, Susana, madre de Hernán, y por eso lo detuvieron unas horas por falso testimonio. El rumor es que los Iannone desmintieron el robo porque tienen una estrecha relación política y económica con el intendente de José C. Paz, Mario Ishii, y éste está enfrentado con Blumberg. También es posible que en ellos haya primado una especie de perdón a los policías que estuvieron 26 días trabajando en el secuestro de Hernán. El fiscal Starc evaluó como “extraordinario y muy profesional” el trabajo de los efectivos.
Lo concreto es que una escucha telefónica fue clave para que el fiscal Starc avanzara en la investigación. Fue un diálogo entre la hija de Iannone y una amiga llamada Susana.
–¿Viste que al final saltó el asunto de los 47.000 pesos? –le habría dicho, palabras más, palabras menos, la amiga a la joven Iannone.
–No, no hables de eso. De eso no se puede hablar –fue, aparentemente, la respuesta.
Convocada a declarar, la hija de Iannone no tuvo más remedio que reconocer cómo fueron las cosas. El fiscal Starc elevó las pruebas al juez federal de Tres de Febrero, Juan Manuel Culotta. El magistrado deberá decidir ahora qué medidas toma.
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