La vereda del Bar Británico rebasa de gente. Algunos vecinos esperan su turno para entrar en el lugar. Otros prefieren ver todo desde la cervecería de enfrente y sacar foto a la fachada del edificio. Afuera y adentro, en la esquina, en la calle, los vecinos de San Telmo que tanto pelearon para que no se pierda el tradicional bar de Parque Lezama estuvieron presentes en la reinauguración del local, en respuesta a la invitación de los nuevos dueños, que ofrecieron una vuelta de café gratis. No sólo el nombre se mantiene: también las sillas, las mesas y la boisserie. En cambio el piso es nuevo, igual que la barra, y la cocina, ya que ahora, además de cafetería, sirven minutas. Como antes, el bar estará abierto las 24 horas.

La gente va y viene y los mozos y camareras tampoco paran de servir café a los vecinos que celebran la reapertura, tras ocho meses de espera. En una mesa ubicada en un rincón, María y Marcela festejan volver al lugar y encontrarlo casi igual. “Acá uno puede soñar. Yo tengo 80 años, pero entro al bar y me siento de 40”, dice María. “Esto es la esencia de Buenos Aires y de una forma de vida pasada donde la gente se movía a otro ritmo”, acota Marcela.

En la puerta del lugar, en la que se seguía amontonando gente de todas las edades, Rafael y María Inés recuerdan emocionados cuando se abrieron por primera vez las puertas del bar. “Acá vivimos los momentos más lindos de nuestras vidas”, relataron.