Jueves, 8 de febrero de 2007 | Hoy
SOCIEDAD › MODIFICARAN LA INSTRUCCION DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD
Los ejercicios físicos serán conducidos por deportólogos. Y se revisará la currícula. Desplazan por el hecho a un tercer policía.
Por Carlos Rodríguez
Un tercer oficial de la Policía Federal, jefe directo de los dos instructores pasados a disponibilidad, fue sancionado con igual medida por el “baile” feroz al que fueron sometidos los aspirantes de segundo año de la Escuela de Cadetes de la fuerza que funciona en el barrio de Villa Lugano. Después del escándalo, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, anunció que “de ahora en más” los ejercicios físicos en el instituto policial serán conducidos por médicos deportólogos o profesores de educación física. Fernández aseguró que los oficiales sancionados “no tienen nada que ver con la policía que se pretende para los argentinos”. En el plano legal, la Jefatura de la Federal promovió una causa por “lesiones culposas por impericia e imprudencia”, en principio contra los subinspectores Javier Renauld y Luciano Darío Rugmia, a cargo de la sesión de entrenamiento que terminó con 22 cadetes internados en el Hospital Churruca. De todos modos, se supo que varios cadetes lesionados promoverán otras causas penales y civiles. Se confirmó, por otra parte, que en la Federal hay antecedentes similares de “bailes” salvajes. A raíz de uno de ellos, a un cadete tuvieron que extirparle un testículo.
El ministro del Interior confirmó que el decreto con los cambios en la instrucción, que podría ser publicado hoy en el Boletín Oficial, incluirá también a las escuelas de Gendarmería y de la Prefectura. Una fuente oficial le reconoció a Página/12 que los instructores sancionados consideraban al “baile” como “una forma de modelar el carácter de los cadetes”. El vocero aseguró que “eso se opone al concepto que tenemos de que la instrucción no debe traducirse en castigo”. Las sanciones, que habían comenzado con los subinspectores Renauld y Rugmia, sumaron ayer a un tercer hombre, el oficial principal Javier Alberto Tassara, que fue pasado a disponibilidad. Tassara era el jefe de la compañía de instructores de la Escuela de Cadetes de la Policía Federal a la que pertenecían los dos primeros sancionados.
Una fuente de la fuerza rectificó una información anterior según la cual sólo quedaban once cadetes internados en el Churruca. “Hasta hoy a la mañana (por ayer) eran 17, pero se sumó uno más que había sido dado de alta el viernes, pero volvió a tener problemas.” Sobre el estado de los afectados, el vocero policial dijo que padecen “lesiones producto del esfuerzo desmesurado, agravado por la deshidratación. Esto se traduce en dolores musculares, fatiga, calambres y orina cargada. El tratamiento que reciben consiste en hidratación y reposo, a la vez que se hace un seguimiento sobre el funcionamiento renal, dado que por el esfuerzo liberaron en forma excesiva la enzima CPK, lo que afecta el funcionamiento de los riñones”. Eso les provocó una rabdomiólisis, que es una lesión del músculo esquelético derivada del ejercicio extenuante que realizaron.
El ministro Fernández anticipó que las nuevas disposiciones en materia de instrucción establecerán “que habrá determinadas acciones que no se permitirán, no sólo en la Policía Federal sino en todas las fuerzas de seguridad”. Precisó que “se va a definir la currícula anual y la planificación física” de los cadetes con intervención de “médicos deportólogos” y que las clases serán dictadas por “profesores de educación física” que reemplazarán a los oficiales de la policía. El mensaje del funcionario estuvo dirigido a los padres de los cadetes: “Cuando uno confía el hijo a un instituto, ya sea para oficial o para suboficial, tiene que tener la tranquilidad, que lo están preparando intelectual y físicamente para que sea el más apto, el más formado”.
El comisario Daniel Rodríguez, vocero de la fuerza, confirmó que la Federal presentó una denuncia por “lesiones culposas” ante el Juzgado Nacional de Instrucción número 14, a cargo de Fernando Pigni. Los acusados, en principio, son los oficiales Renauld y Rugmia, aunque también se sumaría Tassara. El delito que se les imputa es menor y por lo tanto excarcelable dado que las penas son de seis meses a tres años de prisión.
El ministro del Interior, sin mencionar en forma expresa a Tassara, opinó que “en la línea de mando (de la Escuela) alguien tenía que saber lo que estaba pasando” con la instrucción.
Eso fue confirmado por un ex aspirante de la Escuela de Cadetes de la Federal, Adrián Tesurez, quien reveló ayer que en 2003 sufrió la extirpación de un testículo como resultado de las lesiones sufridas durante la instrucción. “Le pregunté al instructor qué tenía que hacer para esposar a una persona. El tipo me dijo ‘ponete en el piso, acostate boca abajo y abrí las piernas’ (...) él se tenía que apoyar con la rodilla en las nalgas para inmovilizarme y luego colocarme las esposas.”
Lo cierto es que el instructor se le tiró encima “con mucha violencia” y el golpe le provocó “una lesión en los testículos” al ser presionado contra el piso. En el Churruca le extirparon el testículo y le dieron la baja el 19 de octubre de 2004. “Me echaron y no me reconocieron nada, no me cubrieron un mango. Me quedé en la calle, sin trabajo.” Antonio, el padre de uno de los aspirantes afectados, y el abogado Jorge Borgo, que representa a una de las diez cadetas internadas, anunciaron que promoverán acciones penales contra los instructores y causas civiles contra el Estado. Borgo dijo que la acusación penal será “por lesiones y por abuso de autoridad”.
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