Las topadoras trabajaron a destajo ayer en Lanús. Como parte de un operativo que desalojó a unas 600 familias de un predio que reclama como propio la Asociación de Curtidores de Buenos Aires (Acuba), las máquinas utilizaron sus palas para arrasar las viviendas precarias que los ocupantes habían emplazado en febrero pasado. De la acción participaron también unos 300 policías. Tras retirarse sin enfrentamientos, los vecinos realizaron un piquete durante casi dos horas en el Puente Alsina.

El lugar donde se concentró el operativo tiene unas 35 hectáreas y está ubicado en Villa Diamante, en la calle Olazábal, entre Farrel y Florida. El desalojo fue ordenado por la Justicia de Lomas de Zamora, que hizo lugar a un pedido de Acuba, que reclamaba la liberación de las tieras para seguir adelante con la construcción de una plante de tratamiento de efluentes y recuperación de cromo, que había cesado con la llegada de las familias, el 21 de febrero pasado.

“Nos sacaron con mucha violencia. Queremos hablar con alguien del Gobierno. Nos prometieron una solución y hoy (por ayer) a la madrugada nos encontramos con la Guardia de Infantería”, se quejó Paula Opazo, una de las ocupantes. Se refería a la reunión que, aseguran los vecinos, tuvieron semanas atrás con integrantes de la Secretaría de Medio Ambiente.

Una vez finalizado el operativo policial, las familias desalojadas cortaron el tránsito en el Puente Alsina para demandar que le sean adjudicadas las tierras donde vivían hasta ayer. Julia Martínez, otra de las afectadas, sostuvo que pidieron que “se regularice la situación para que la gente pueda construir su vivienda en el predio que ocupaba hacía varios meses y del cual fue desalojada con una orden que no existe”.

Los vecinos de la zona donde se ubica el predio se opusieron al desalojo porque, sostuvieron, “antes de que llegaran los ocupantes, era un basural, y ellos lo limpiaron” y además –señalaron– el lugar estaba desocupado desde 1989 y, según el mapa del barrio, allí debería haber una plaza.