El avión de Austral venía desde Córdoba y tenía autorización para descender en Aeroparque. Eran las 11.10 del miércoles 27 de junio y, a esa hora, el helicóptero presidencial partía desde el helipuerto de la Casa Rosada, rumbo a Olivos, también con autorización de la torre de control de Aeroparque. Segundos después, una alarma sonó en la cabina del Boeing de Austral: le avisaba al piloto que estaba a 35 segundos de colisionar con el helicóptero, que se cruzaba en su camino, a la altura del Puerto de Buenos Aires. La maniobra del piloto –un leve ascenso y un giro hacia la derecha, de 360 grados– evitó la tragedia. Otro episodio de cuasi colisión aérea que se agrega a la crisis de la seguridad aérea en la Argentina.

El episodio quedó registrado en una grabación de la torre de control, que llegó a manos del cineasta Enrique Piñeyro. El ex piloto se encargó de difundirlo, pero antes apeló a su ofició y superpuso a las voces una animación que da cuenta del probable recorrido de las aeronaves antes y después del incidente. Tres de esas imágenes se reproducen en esta página.

Si bien el Comando de Regiones Aéreas de la Fuerza Aérea –el organismo que está a cargo del control del tráfico aéreo– aseguró a través de un comunicado que no se ha recibido denuncia alguna que acredite tal situación”, desde el gremio que nuclea a los pilotos de la empresa Austral admitieron que el hecho que puso en riesgo a dos aeronaves existió. “Consultamos a la Dirección de Operaciones de la empresa Austral y nos confirmaron que el episodio fue informado por el piloto”, dijo a Página/12 Diego Serra, titular de UALA, el gremio de los pilotos de Austral.

El episodio tuvo como protagonistas al vuelo 2505 de Austral, un Boeing 737 proveniente de Córdoba, y el helicóptero que utiliza el presidente Néstor Kirchner para trasladarse desde la Casa Rosada hasta Olivos y viceversa. El avión había despegado del aeropuerto de Córdoba y se aproximaba a Aeroparque por el río, como todos los vuelos provenientes del norte. En la grabación se escucha claramente cómo recibe la indicación para descender hasta la pista 31, del aeroparque Jorge Newbery. Segundos después, desde la torre de control, el piloto del helicóptero recibe autorización para despegar.

Desde Presidencia no se informó si en ese vuelo viajaba el presidente Néstor Kirchner. Ese día, por la tarde, el Presidente recibió a Mauricio Macri en la Casa Rosada.

No se escuchan en el audio indicaciones acerca de qué itinerario tomar. “Pero se sabe que los vuelos provenientes del norte ingresan por el río, y que los helicópteros, por norma, también transitan por el río, salvo excepciones, como los de la Policía Federal. Lo que sí se escucha es que el controlador advierte a ambos pilotos que hay un ‘tránsito’ en su camino”, explicó Serra.

También se escucha claramente en la grabación distribuida por Piñeyro la voz del piloto de Austral anunciando que acababa de hacer una “resolución T-CAS”. Se refería al instrumento que detecta la cercanía de otra aeronave en el mismo nivel, y hace sonar una alarma 35 segundos antes de que se produzca la colisión. “A partir de ese momento, el piloto tiene 10 segundos para adoptar una decisión que lo saque de esa situación de riesgo”, explicó Piñeyro.

Fue lo que hizo el piloto. “Tomó altura, como le indicaba el instrumento, para salir del mismo nivel, e hizo un giro de 360 grados, hacia la derecha, que le permitía retomar su trayectoria de aproximación a la pista de Aeroparque”, dijo Serra, de UALA. En estos casos, la norma indica que los pilotos deben girar hacia el río, como hizo el piloto, y no hacia la ciudad.

Para Piñeyro, la cuasi colisión se produjo porque “no se cumple la recomendación de la OACI de hacer una separación de diez minutos entre vuelos que tienen un mismo recorrido y no tienen separación vertical, es decir, que van a la misma altura”. Piñeyro, en declaraciones a Página/12, volvió a responsabilizar al Ministerio de Defensa “por no hacer cumplir esa disposición, que además fue ordenada por un fallo del juez federal Norberto Oyarbide”. “Los controladores actúan presionados por sus superiores, porque demasiada separación entre vuelos ocasiona atrasos que generan descontentos entre los pasajeros”, agregó.

El titular de UALA, en cambio, opinó que la falla que casi provoca una tragedia fue producto de un error de la torre de control, al dar indicaciones que derivaron en que dos aeronaves quedaron en una misma línea y a la misma altura.

Lo cierto es que, cuando ocurre una cuasi colisión, tanto el piloto como la empresa involucrada deben hacer la denuncia ante el Comando de Regiones Aéreas. Según informó anoche el Ministerio de Defensa, a través de un comunicado, esa denuncia no existió. En esa falta se basó el Ministerio para minimizar el episodio.