Viernes, 10 de agosto de 2007 | Hoy
SOCIEDAD › INCENDIARON UN PUB EN TORTUGUITAS TRAS LA MUERTE DE UN JOVEN
El sábado pasado, Juan Aguiler Canto, de 21 años, peleó dentro del pub Tacos, en la avenida principal de Tortuguitas. Recibió una golpiza y terminó internado. Ayer a la mañana murió y sus familiares y amigos, encolerizados, saquearon el boliche y lo prendieron fuego. Por el momento no hay detenidos por la muerte ni por los incidentes.
“Es la primera vez que esto pasa en Tortuguitas”, murmuró, asombrado un vecino mientras miraba cómo las llamas avanzaban dentro del boliche Tacos, en pleno centro de Tortuguitas. Pero no eran las llamas, sino las doscientas personas que echaban más leña al fuego, arrojaban muebles, maderas, papeles y todo lo que fuera inflamable. La protesta, porque era una protesta en tono de reclamo violento, la desataron amigos y familiares de Juan Aguiler Canto, de 21 años. El joven murió ayer tras cinco días de agonía e internación en terapia intensiva, en gravísimo estado. El 4 de agosto pasado, Aguiler Canto recibió una paliza durante o después de una pelea dentro del boliche. Según los familiares del chico, Aguiler Canto fue salvajemente golpeado por los patovicas del pub. Alguna versión sostiene que la pelea se desarrolló con otros clientes del lugar y que el chico fue perseguido hasta la puerta de un banco cercano, donde lo apalearon hasta dejarlo inconsciente. No hubo detenidos por los incidentes. No los hubo tampoco por las agresiones que derivaron en la muerte del joven.
El pub Tacos está ubicado en la esquina de Seguí y Directorio, la avenida principal de Tortuguitas, que corta las vías del ex Ferrocarril Belgrano junto a la estación del mismo nombre. El lugar tiene un par de años de funcionamiento como pub, con unas mesas de pool, alguna parte dispuesta para bailar y tomar copas. Según versiones que circulan en el lugar, el dueño sería un ex director de Seguridad del municipio durante 2003. No está claro que tenga habilitación para funcionar como pub ni que sus patovicas trabajen registrados en blanco.
El 4 de agosto pasado, Juan Aguiler Canto fue con un amigo al Tacos. Pasada la medianoche del sábado y ya entrando en la madrugada del domingo, los testimonios sitúan a Aguiler Canto bailando sobre una de las mesas de pool. La escena derivó en los incidentes con otros clientes, incidentes en los que los hombres de seguridad supieron aportar lo suyo. La cuestión es que el joven y su amigo se trenzaron a trompadas.
Después las versiones se bifurcan. Según unos, Aguiler Canto fue vapuleado dentro mismo del boliche y luego arrojado fuera; según otros, los amigos fueron perseguidos hasta la puerta de un banco próximo. Allí el chico llevó la peor parte. Y fue internado en terapia intensiva del hospital de Malvinas Argentinas, conocido como Polo Sanitario. Allí entró esa madrugada para no salir más. Ayer, a las 10.45, sus familiares supieron que el desenlace había llegado.
Después, se juntaron bronca, impotencia, violencia y quizás alguna deuda impaga. Un centenar de amigos y familiares, que fueron engrosando su número, llegó a la puerta del Tacos pasadas las dos de la tarde. Primero empezaron con reclamos a gritos, una protesta. Alguna versión sostuvo que los empleados del boliche llegaron a discutir con los manifestantes. Otra, que las persianas ya estaban bajas previendo la situación.
Pero entre varios manifestantes levantaron las persianas y empezaron a vaciar el boliche, mientras otros reunían maderas y papeles para encender fuego y otros arrojaban cascotes que tomaban de las vías. Los vecinos, entre tanto, rodeaban en semicírculo la escena. Algunos tomaban fotos. “Esto nunca pasó en Tortuguitas, nunca vi que haya pasado”, decía un vecino mientras tomaba fotos. Alrededor de las siete de la tarde, el fuego había sido controlado, aunque el saqueo del boliche continuó hasta que no quedó nada.
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