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Ocho de cada diez médicos ginecólogos que desarrollan su práctica en los hospitales públicos en el área metropolitana están de acuerdo en afirmar que la despenalización del aborto contribuirá a la reducción de la mortalidad materna. De ellos, una inmensa mayoría, el 83 por ciento, cree que la despenalización debe alcanzar a los casos de violación o incesto, y un 82 por ciento a los casos en los que exista una malformación incompatible con la vida extrauterina. Por el otro lado, cuando la interrupción del embarazo sea provocada por una decisión autónoma de la mujer, sólo un 38,5 por ciento se inclinó por apoyar la despenalización de esta práctica.
Estos números surgen de un estudio realizado a 500 profesionales de la salud en mayo de 2001, por el Area de Salud del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes), financiado por la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Nacional de Promoción Científica. En Argentina se registran 41 muertes maternas cada 100 mil nacidos vivos y un tercio de estas muertes se debe a complicaciones en abortos inseguros.