Un caso sospechoso de gripe A generó temor, corridas y una desinfección con barbijos incluidos en la sede del gobierno porteño. Ocurrió ayer, cuando una empleada del segundo piso, que corresponde a las áreas de Vicejefatura de Gobierno y la Jefatura de Gabinete, se retiró del trabajo con síntomas similares a los provocados por la influenza A. Rápidamente se puso en marcha un operativo de limpieza, aunque lo más llamativo resultó el sigilo puesto en todo el asunto: el Gobierno de la Ciudad intentó que la noticia no trascendiera. Página/12 pudo confirmar la existencia del hecho, aunque ahora habrá que esperar la confirmación sobre si la paciente en cuestión padece efectivamente el virus originado en los porcinos. Ayer, otro colegio de la Capital suspendió preventivamente las clases.

Un dato alimentó las suspicacias en el edificio de Bolívar 1, con entrada también en Avenida de Mayo al 500. Según los datos que se manejaban ayer en el segundo piso, la mujer que se descompuso es esposa de un docente que trabaja en uno de los colegios cerrados por la gripe A.

A media mañana, la mujer recurrió a la Delegación de Salud que funciona en el edificio de la sede del Gobierno porteño. Con algunos síntomas semejantes a la gripe A, se decidió que se retirara de su actividad laboral. Luego se puso en marcha un nervioso operativo de desinfección de toda el área. Allí está el despacho que hasta hace poco tiempo ocupaba la entonces vicejefa del Gobierno, Gabriela Michetti, y las oficinas de todo su equipo. También está el área del jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y sus colaboradores.

Curiosamente, el personal fue instruido para mantener en reserva las tareas. Según pudo saber este diario, hasta anoche el caso sospechoso de gripe A no fue informado como marca el protocolo. Según el procedimiento fijado por la Unidad de Coordinación Nacional, los casos con presunción de gripe A deben ser comunicados a la Dirección de Epidemiología de la jurisdicción correspondiente. Esa dependencia, a su vez, carga la información en un sistema al que tiene acceso precisamente el comité de crisis. Al cierre de esta edición, el caso no apareció en pantalla.

En tanto, una fuente vinculada a la autoridad sanitaria explicó que ante un posible caso de influenza A se establece el estado clínico del paciente y se le administra tratamiento como si lo tuviera, mientras se practican los análisis correspondientes. Además, se determina lo que se llama “nexo epidemiológico”, es decir, el contacto posible que haya tenido con un país con circulación viral o con una persona confirmada. En el caso del gobierno porteño, según los trascendidos, la empleada es esposa de un docente de uno de los cuatro colegios cerrados por 14 días por decisión de las autoridades sanitarias. De todos modos, hasta ahora no se reportó ningún caso confirmado de un adulto vinculado laboralmente a esas escuelas con clases suspendidas.