Chile sigue sin tener descanso: entre la noche del viernes y la madrugada de ayer se vivieron cinco temblores en la región de Bio Bio, con un pico de 5,7 grados en la escala de Richter. Los sismos hicieron salir a muchos a la calle y ayudaron al ambiente de nervios que vive el país desde el masivo terremoto del 27 de febrero, pero no causaron víctimas ni daños materiales de importancia. El primero se produjo a las 23.37 de la noche del viernes al sur de Cañete y tuvo una magnitud de 4,7 grados. Poco después, a la 0.15, otro movimiento de 5,1 con epicentro cerca de la costa de Talcahuano estremeció a toda la región. Cuatro minutos después, a la 0.19, tembló la tierra nuevamente, esta vez con una magnitud de 5,3 grados y con epicentro también cerca del puerto. Luego hubo unas horas de paz, pero a las 7.34 de la mañana la tierra volvió a estremecerse. Apenas pasado ese temblor, vino el más potente. Fue a las ocho menos diez de la mañana y tocó los 5,7 grados en la escala.