Con aplausos y al grito de “justicia”, fueron inhumados ayer los restos de los hermanos Marcelo y Leonardo Massa en el cementerio de Cañuelas. El cortejo fue acompañado por una multitud. Uno de los momentos de mayor emoción ocurrió cuando los dos féretros ingresaban a la parroquia Nuestra Señora del Carmen. La gente aplaudió durante más de diez minutos. El sepelio se realizó cerca de las 11 y en el trayecto que siguió el cortejo, más personas se iban sumando a la caravana.

Los vecinos repetían, una y otra vez, los mismos conceptos: “Jamás pensamos que en Cañuelas pudiera ocurrir algo semejante. Este es un pueblo tranquilo, con hábitos provincianos, y ahora creemos que nos han destrozado la paz que teníamos. Por eso salimos a marchas, algo que no hacemos habitualmente. Queremos justicia para que la paz regrese”.