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En lugar de atender el reclamo de las cooperativas de recicladores, el ministro de Ambiente, Diego Santilli, anunció que su gobierno realizó “denuncias penales para terminar” con las protestas en el relleno sanitario de la Ceamse, porque “corre riesgo la salubridad” de la población. Destacó que sospecha que, detrás de la protesta, “alguien quiere que esto continúe, poniendo en jaque a 14 millones de personas”.

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, respondió que “todos los conflictos tienen trasfondo político” y sostuvo que para resolver el problema “tienen que llegar a un acuerdo la provincia de Buenos Aires, la ciudad de Buenos Aires y la Ceamse”.

El auditor porteño Eduardo Epszteyn cuestionó al gobierno de Mauricio Macri porque “si no se gestiona como corresponde, la basura nos seguirá tapando como en estos últimos días”. “Para resolver el problema hay que empezar por cumplir con la ley”, afirmó. Por su parte, Adrián Camps (Partido Socialista Auténtico) expresó: “Es hora de que el gobierno porteño entienda que no se puede perder más tiempo. Pronto el relleno sanitario de José León Suárez va a llegar al fin de su vida útil y la Ciudad no tendrá lugar donde disponer sus residuos”.

La diputada Claudia Neira (Buenos Aires para Todos) opinó que “la gestión de residuos no puede estar regida por el voluntarismo: la Ciudad Verde que sueñan Santilli y Macri sólo existe en sus cabezas”.

En tanto, el diputado bonaerense y delegado de los trabajadores de la Ceamse, Jorge Mancini, denunció “la irresponsabilidad” en materia ambiental “de quienes gobiernan” y se quejó de que “si el jefe de Gobierno fuera (Daniel) Filmus y el gobernador (Gabriel) Mariotto” no habría problemas con la basura “hasta 2015”.