Lucas Tobio estudió museología gracias a una beca. Cuando terminó la carrera se hizo cargo del complejo museográfico de su ciudad natal, Coronel Pringles, y allí trabaja hasta hoy. Cubrió el enorme espacio vacío que dejó Oscar Villar, el mentor del complejo de museos que se suicidó hace unos años.

–Esto tiene mucho que ver con la vida de una persona como Oscar Villar. Se interesó en el tema cuando era agricultor. Tenía campos y un día encontró un hueso que le parecía raro en el río Quequén. Empezó a investigar, a indagar y le llamó tanto la atención que empezó estudiando museología. Y terminó fundando seis museos en Coronel Pringles en 1986. Digamos, le llevó un tiempo, no es que fundó a todos en un día, pero entre el ’86 y 1990 se crearon todos estos museos. Si en ese momento lo hubieran considerado un loco o nadie le hubiera hecho caso, no tendríamos este complejo. Hubo un gobierno que lo apoyó y gente del pueblo que también le donó un montón de cosas.

–Sí, había uno llamado Museo de la Ciudad que funcionaba en la Casa de la Cultura y tenía algunas piezas sueltas, pero no contaba con administración ni funcionamiento como museo. Villar y Aldo Pirola, un historiador, le dieron impulso a este proyecto para que funcione como complejo y con una colección importantísima. Los dos y Omar Abásolo, el actual director de Cultura de Pringles, integran lo que yo llamo la santa trinidad que lo hizo posible.

–El séptimo museo ya está presentado como proyecto, se hizo el año pasado. Por cuestiones de presupuesto se frenó, pero su estructura ya está. La idea es mezclar la arqueología con la ecología y trabajar a las orillas del arroyo Pillahuincó, sobre la historia de Pringles desde 15 mil años atrás a la actualidad. Queremos mostrar cómo ha sido la influencia del hombre en el ambiente de nuestra región.

–Intentamos, por la importancia del patrimonio que tenemos, que la provincia se hiciera cargo pero no obtuvimos respuesta. Entonces, por el momento se solventa con el municipio y con algunos aportes privados, como el mecenazgo que hizo Emilio Paoletti con el Museo de la Ciudad, uno de los primeros del país. Eso demuestra la importancia que le da el pueblo a la cultura y a la preservación de su patrimonio. Me gustan la cultura, la historia, pero nunca pensé que la museología sería tan linda y tan abarcadora, tan multidisciplinaria.