SOCIEDAD › RECIEN AHORA SE EMPIEZAN A PERITAR MUESTRAS CLAVE
Con cuatro meses de demora
Por Alejandra Dandan
Los únicos restos de material orgánico que podrían contener las pistas del o de los responsables del doble crimen están con restos de polvo, guardados en una pequeña bolsa que hasta ahora nadie había inspeccionado. El director del Laboratorio Genético de la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE), Pedro Yachelini, le confirmó a Página/12 que recién ayer el laboratorio recibió, entre otras pruebas, los restos de uña rescatadas hace cuatro meses del monte donde apareció el cuerpo de Leyla Bashier Nazar. El vocero oficial del Poder Judicial de Santiago había asegurado el día anterior que esas pruebas estaban en la UCSE hacía por lo menos treinta días. Con los restos de uñas, la UCSE recibió elementos secuestrados en la casa del barrio Mishky Mayu que pertenecen a Sebastián Flores.
Después del escándalo y las sospechas de la trama de encubrimiento que rodearon la primera parte de la investigación, surgieron dudas sobre los destinos de las pruebas que habían sido recogidas de la zona donde las jóvenes aparecieron muertas. En ese contexto, el lunes pasado, Enrique López, el hombre que se constituyó en vocero oficial del juzgado, había asegurado que parte de esas pruebas consideradas esenciales por la defensa estaban siendo sesudamente estudiadas por los expertos de la Universidad Católica. “Hasta ahora nosotros no habíamos recibido ninguna muestra donde se hubieran depositado restos de uñas”, indicó ayer Yachelini mirando sus propios informes de la causa. Recién ayer las uñas llegaron al laboratorio, lo hicieron junto con otros cuatro elementos de prueba: un colchón con restos de sangre, un contenedor con polvillo de pared presuntamente manchado también con sangre, cabellos y una sábana quemada. Los investigadores esperan obtener de allí pruebas de las víctimas, un resultado que de confirmarse lograría situar el escenario del crimen en la casa de Flores.
Uno de los datos más relevantes son aquellos restos orgánicos supuestamente insertados aún en las uñas de Leyla. La defensa sospecha que ésos podrían ser de la persona de la que la muchacha habría intentado defenderse. Para los técnicos, tal análisis sólo será posible si ese material orgánico aún conserva células pero además si los supuestos rasguños hechos por Leyla fueron profundos. “Las primeras capas de la cara –explica Yachelini– son anucleadas y no contienen células; se necesita un rasguño profundo como para lograr el análisis de ADN para después compararlo con alguno de los sospechosos.”
La UCSE recibió hasta ahora distintos elementos de prueba pero del campo donde aparecieron los cuerpos sólo se analizaron los huesos que les fueron remitidos. También analizaron pruebas recogidas en la casa de Patricio Llugdar”.