“Ayer (por el martes) estuve con él en el programa de Mauro (Viale) y yo le decía que hay que manejarse con cautela porque tenemos a todos los delincuentes sueltos”, recordó la madre de Candela, Carola Labrador. Luego aseguró que en Hurlingham y Morón existe “una mafia” y pidió que se los investigue por lo ocurrido con Roberto Aníbal. “Este muchacho todavía vive en la zona donde pasó todo, yo me mudé, no sé qué pasaría si viviera ahí cerca con todos estos delincuentes que están libres”, dijo la mujer, cuando Aníbal todavía agonizaba.

En sus declaraciones públicas, Aníbal había responsabilizado a Labrador por el asesinato de su hija. “Secuestran la nena para que (Carola) devuelva la plata, un vuelto que se había quedado”, aseguró el ex testigo, quien ligó a la madre de Candela con la venta de drogas en las villas del partido bonaerense de San Martín. Ayer, Labrador evitó mencionar estas declaraciones y responsabilizó al fiscal Marcelo Tavolaro y su secretaria porque “inventaron historias” de las que ella tuvo que defenderse. “Todavía no se hizo justicia porque falta detener a un montón de gente responsable (del crimen)”, agregó.

Luego del fallo que liberó a todos los acusados hace año (aunque dos fueron detenidos nuevamente en noviembre pasado), Labrador optó por dejar su casa en Hurlingham y se mudó a un lugar “que nadie conoce”, contó ayer.