Durante la mañana, las dos hipótesis tenían para los investigadores la misma fuerza. Una era que Angeles había sido llevada por un desconocido, que posiblemente la amenazara con disimulo en plena calle con un cuchillo, la llevara a algún lugar cercano y allí la asesinara. La otra perfilaba la mirada a alguna persona conocida de la chica.

Después de las dos de la tarde, la segunda hipótesis comenzó a cobrar mayor relevancia entre los responsables de las pesquisas. Dos datos la abonaron. El video de una cámara de seguridad ubicada a unos cien metros de la casa, que muestra a la chica caminando en esa dirección. Hasta el momento se creía que Angeles desapareció más cerca de la planta del Ceamse de Colegiales, donde fue vista por última vez. El otro elemento que motivó esa sospecha fueron las zapatillas que calzaba Angeles. De acuerdo con el testimonio de la madre, ella usaba para ir a la clase de Educación Física un par de zapatillas blancas, que también tenía puestas esa mañana. El cadáver que apareció en la planta del Ceamse en José L. Suárez tenía unas zapatillas grises. Ese hecho, para los investigadores, es un indicio de que la chica pudo haber estado en la casa antes de su trágico final.

Anoche, la fiscal encabezó un amplio operativo en la zona. Primero se peritó toda la cuadra de la casa de Angeles. Los policías allanaron una casa tomada ubicada enfrente. Entre tanto, para entrar a la casa, llamaron a la familia, que en ese momento estaba en el velorio, en Martínez. Llegó la pareja de la madre, quien abrió la puerta para que pudieran entrar los investigadores. El motivo era llevarse la computadora de Angeles, la mochila y buscar otros indicios que confirmaran la sospecha de que ella estuvo en la casa después de la clase de gimnasia.