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Los padres de Angeles Rawson no quisieron coronas de flores en el funeral de su hija. Los asistentes al velatorio entraron y salieron con la mirada gacha o cubriéndose las lágrimas. Algunos miraban con desdén la guardia periodística apostada frente a la cochería Paraná.

El servicio, anunciado para las 18, comenzó a las 16 para la familia más cercana mientras que los compañeros de colegio de la chica empezaron a llegar más tarde. La sala velatoria pertenece al segundo piso y sólo se veían las luces dicroicas en el techo y algunas personas uniendo los paños de las cortinas para que no entraran flashes ni miradas.

El sepelio estaba pautado hasta las 13.15 de hoy, cuando el cuerpo de Angeles sea trasladado al cementerio Jardín de Paz de Pilar.

Entre los presentes en el hall se destacaba la tía de la chica, que fue la que comunicó el martes que el cuerpo encontrado en la Ceamse era el de su sobrina. En el lugar, con un frente frío de cerámica y mármol beige, recibió los abrazos de toda la gente que se fue acercando.

“Ella era divina, lo único que me dio fue alegrías en estos 16 años. No hay palabras para describir lo que estamos viviendo, da mucha bronca porque no es la primera vez que pasa, no es un caso único pero esperemos que no se repita más”, afirmó antes el padre de la chica, Franklin Rawson.

“Lo nuestro ya está, no tiene solución, a mí es como si me hubieran arrancado un pedazo y tengo que seguir viviendo así, no hay solución para lo mío. Pero por lo menos me ayudaría saber que no va a suceder más, que no le va a suceder a otro, que no tenga que haber más familias pasando por lo que estamos viviendo ahora”, aseguró.

El hombre contó que cuando se enteró del crimen de su hija se abrazó a su otro hijo, Juan Cruz. “Estuvimos abrazados, llorando muchísimo tiempo, no teníamos palabras para decirnos. Me aferro a mi familia, por suerte tengo todo el resto de mi familia, a mi mujer, a mis amigos y compañeros que me apoyan y me dan fuerzas para seguir adelante”, dijo.

Por su parte, la madre de la adolescente, Jimena Aduriz, recordó a su hija como un ángel. “Gracias a todo lo que hicieron hasta que encontráramos a Angeles. Ella está en el cielo y es un ángel y va a iluminar con su luz a todos nosotros y a la Justicia para que obren. Confío en la Justicia. Sé que mi ángel desde la justicia divina va a velar para que se haga justicia.”

“Estoy en paz. Estamos en paz –agregó la madre–. Somos muy unidos, hay mucho amor, fue una persona que nos dio todas alegrías. Así la vamos a recordar y algún día la veremos de nuevo. Les pido por favor a las autoridades que investiguen a fondo. Yo sé que esto causó mucha conmoción, quiero trasmitirles que dentro de todo el dolor que siento tengo mucha paz y que no estoy enojada, no sé por qué, pero no estoy enojada.” “Es tremendo, pero ningún ser humano es menos importante que el peor acto que haya realizado”, dijo, pero reclamó que el caso “se castigue con todo el peso de la ley”. “A las mamás, les pido que cuiden mucho, mucho a sus hijos. Que no se descuiden”.