“El Plan Nacer permitió quebrar el estancamiento de la mortalidad materna, que estaba en 44 muertes por cada 100 mil: en los últimos dos años bajó a 35 por 100 mil en la Argentina –afirmó Luis Pérez, especialista en Salud Pública del Banco Mundial–. Esto se logró progresivamente: primero, el Plan les reconocía a las provincias, y éstas a los centros de salud, todos los partos. Después empezó a reconocer sólo los partos en maternidades certificadas por el Ministerio de Salud de la Nación en el cumplimiento de las CONE (Condiciones Obstétricas y Neonatales Esenciales) que fija la Organización Mundial de la Salud (OMS). Después pasó a reconocerse sólo el parto en maternidades de más de mil partos al año, que son las que recomienda la OMS; y cuando una maternidad deriva un parto que no está en condiciones de atender, se le reconoce un valor equivalente para alentar las derivaciones a centros de mayor complejidad. De este modo, el Plan Nacer permite modificar progresivamente las reglas del juego en favor de la calidad asistencial.”