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Al alcalde de Le Vernet, François Balique, el accidente del avión de Germanwings lo sorprendió camino a París. Al referirse a lo sucedido destacó que es una tragedia que “ha enlutado a todo el pueblo”, que se siente “solidario y cercano” a los familiares de las 150 víctimas. El dolor y la sorpresa son mayores teniendo en cuenta que ahora “hay más muertos que habitantes tiene La Vernet”, sostuvo Balique, quien recordó que los pobladores de la pequeña aldea alpina suman 140.

El pueblo, que desde el accidente recibió a centenares de familiares de los fallecidos, es el sitio poblado más cercano al lugar donde cayó el avión. Muchos de los vecinos vieron, con asombro, el vuelo bajo de la aeronave, aunque nadie dijo haber presenciado el impacto. Otro motivo de conmoción es la impensada, y no querida, popularidad que ha conseguido Le Vernet en estos días.

Un lugar en las afueras del pueblo, justo frente al sendero que conduce a la montaña del accidente, una pequeña estela con un texto en francés, español y alemán se convirtió en el escenario de las peregrinaciones que realizan a diario los familiares de los fallecidos que vienen llegando desde distintos países, incluyendo la Argentina.

“No tienen sus cuerpos, así que no les pueden dar un entierro. El único sitio que tienen para rendirles homenaje es éste. Ojalá pronto puedan tenerlos, enterrarlos en sus pueblos, junto a sus familias”, expresó el alcalde Balique. El jefe comunal de Le Vernet se crió en la montaña. Conoce sus tesoros y sus riesgos, que dejaron más de una cicatriz entre los habitantes de la aldea.

“En la montaña hay una tradición. Cuando hay un drama en una familia, es el drama de todas las familias. Este accidente para nosotros es el drama de toda la aldea”, aseguró, convencido de hablar en nombre de todos los vecinos. No son vanas sus palabras, porque algunas familias locales dieron refugio en sus casas a las personas llegadas desde distintas partes del mundo y que querían permanecer cerca del lugar donde están los restos de sus seres queridos.

Balique no pone fecha de caducidad a la solidaridad de Le Vernet. “A todos los que vienen les digo que ésta es su aldea, que es una aldea española, alemana o de cualquier nacionalidad. Que las familias del pueblo son sus familias”, aseguró. “Pueden venir cuando quieran, todo estará a punto para acogerlos en las casas de las familias del pueblo”, insistió.

Para cuando acabe la investigación, el alcalde espera que se trace un camino que lleve al corazón de la montaña donde cayó el avión. “Lo hemos hablado en el pueblo, queremos erigir arriba una estela que recuerde la tragedia.” Sabe que los familiares de las víctimas “no quieren palabras bonitas, pero les abro la puerta de mi pueblo”.