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Algo huele mal –desde hace años– en la zona del puerto de Mar del Plata y ahora la Justicia investiga las consecuencias que ese “olor nauseabundo” tiene para la salud de habitantes y turistas. La denuncia fue presentada por el fiscal federal del distrito, Daniel Adler, por la “posible comisión del delito de contaminación ambiental en concurso ideal con lesiones leves a la salud de la población” por parte de los propietarios de las fábricas de harina de pescado instaladas en la zona portuaria. Al mismo tiempo, en la presentación se pidió que se investiguen “posibles incumplimientos y/o situaciones de venalidad de parte de los funcionarios públicos encargados de impedir situaciones contaminantes”.

El escrito fue presentado por Adler ante la fiscalía número uno de Mar del Plata, a cargo de Laura Mazzaferri. Adler señaló que “muchas veces” se afirma que esos “olores nauseabundos, que fundamentalmente se sienten en barrios cercanos al puerto, pero también por zonas comerciales y céntricas de la ciudad” tienen su origen en “los lobos marinos” de la reserva instalada en la escollera sur del puerto marplatense.

El fiscal federal recalcó que “esto no es así” porque “irrefutables pruebas abonan por el contrario que esos olores, que ponen en riesgo la salud, en especial la psíquica de los marplatenses y turistas, y que afectan el derecho de los habitantes a gozar del medio ambiente, provienen de la inescrupulosa actividad económica de las fábricas de harina de pescado emplazadas en el puerto”.

Funda tal afirmación en “el expediente iniciado en 2010 por la entonces defensora del Pueblo, Beatriz Arza. Se recordó que la causa tramitó en la Fiscalía Federal número dos y luego de “una extensa investigación, se decidió archivar contemplando que las empresas se encontraban adecuando sus procedimientos y las autoridades de contralor ejerciendo su función”.

Agregó Adler que “sin embargo, la situación ha recrudecido en los últimos tiempos”. El fiscal pidió que se investigue a las empresas por “presunto hecho delictivo si los olores nauseabundos han generado un impacto sobre la atmósfera de modo tal de tipificar el delito de contaminación ambiental con peligro de afectar o directamente de haber dañado la salud de los habitantes”. También pidió investigar “posibles complicidades de las autoridades”.