“A veces, en nuestra provincia, tenemos que trasladar pacientes graves, en urgencia, a lo largo de centenares de kilómetros, porque no hay anestesiólogo donde debería haberlo –contó Mario Drisun, ministro de Salud de la provincia de Santa Fe–. Somos prisioneros de las reglas de juego que fijan las dos asociaciones de anestesiología que hay en la provincia. La red de salud del Estado provincial contaba con muchos anestesiólogos que, por indicación de sus organizaciones, fueron renunciando y, ya sin relación de dependencia, definen corporativamente los valores de las prestaciones y la formación de los futuros especialistas. La oferta es muy limitada y se nos hace difícil mantener la cobertura en los lugares más alejados.”

“Ellos fijan su propio nomenclador –precisó Drisun–: uno lo toma o lo deja pero, si lo deja, se queda sin cobertura de anestesia. Hemos planteado esta preocupación, junto con otros ministros de Salud, en reuniones anteriores del Cofesa (Consejo Federal de Salud), y nos parece muy positivo que el Ministerio de Salud de la Nación se esté involucrando en el problema. Existe el riesgo bien concreto de que, si no logramos revertir la situación con los anestesistas, otras corporaciones de especialidades tomen el mismo camino, que en definitiva fractura toda posibilidad de constituir y preservar un sistema de salud.”