La orden del TOC 5 que para el Juzgado de Instrucción Nº 27, Secretaría Nº 124, investigue las responsabilidades de los dueños del taller, Daniel Alberto Fischberg y Jaime Geiler, es “positiva”, evaluó Ayelén Arcos, integrante de la asociación que acompañó a la querella en el juicio. “Eso fue sumamente alentador, porque a principios de año las perspectivas de que eso sucediera eran nulas”, señaló en diálogo con este diario. La querella y la organización de amigos y familiares de los sobrevivientes llevaron “meses de trabajo intensivo”, para lograr la sentencia.

“Los padres de Harry apuntaron siempre a señalar la responsabilidad de Fischberg y Geiler. Siempre señalaron que si se hubieran mantenido mejores condiciones salariales y si hubiera estado en mejores condiciones el inmueble, no hubiera pasado. Y que si los que eran dueños del lugar y las máquinas, los mismos que le dieron préstamos a (Juan Manuel) Correa para comprar las máquinas, y que también eran los que compraban la producción, no hubieran mantenido ese sistema de producción, probalemente el incendio no habría sucedido.”

En una de las audiencias, recordó Arcos, “Correa declaró que todos los viernes él llevaba la planilla de los empleados para que Fischberg y Geiler le dieran la plata para los vales de cada empleado, de 50 pesos por persona. No hay forma de que (los dueños) puedan alegar desconocimiento de esa situación de trabajo”.