SOCIEDAD › EL DEBATIDO PASO DEL EMBRION CLONICO AL SER HUMANO
¿Es posible evitar el clon?
Por Javier Sampedro *
La clonación de embriones humanos ha devuelto al debate público un asunto tabú. El objetivo de los experimentos realizados es obtener células para la medicina, no clonar niños, pero los avances que permitan lo primero posibilitarán también lo segundo. ¿Puede evitarse la clonación de seres humanos? Y más aún: ¿hay razones para ello, aparte de las dificultades técnicas?
Aunque los resultados no son aún satisfactorios, alguna empresa resolverá los problemas técnicos tarde o temprano, y la opinión pública se encontrará sobre la mesa un embrión humano clónico y potencialmente viable. Ese embrión será útil para obtener células madre, cultivarlas en placas y convertirlas en cualquier tejido humano. Pero el embrión también podría ser útil para implantarlo en una mujer. Y así podría nacer un niño clónico. ¿Qué ocurrirá entonces?
El genestista Ginés Morata, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid, no cree que se trate de una idea sensata: “Ya sostuve y lo sigo manteniendo, que la clonación humana será posible algún día, pero que carece del más mínimo interés científico o social. Hay quien se pregunta: ¿por qué no clonar a Einstein? Y yo respondo con otra pregunta: ¿qué pasa si, efectivamente, nos sale un genio, pero el entorno y las circunstancias lo convierten en un genio del hampa?”.
Ninguno de esos argumentos evitará, sin embargo, la demanda de clonaciones, en el supuesto de que algún científico esté dispuesto a ofrecer esa técnica. “No mucha gente querría clonarse, pero siempre habrá personas o grupos que lo pretendan para inmortalizar a alguien a quien consideren insustituible, o parejas que hayan perdido un hijo en un accidente y deseen devolverlo a la vida”, señala el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas español (CSIC), Eleuterio Hernández. “No es una actitud muy sensata, porque las cualidades de un individuo dependen enormemente de factores ajenos a la genética, desde las sustancias que circulan por la sangre durante la gestación hasta las condiciones de su contrato laboral.” Pero Hernández añade: “Siempre habrá gente que le encontrará a la clonación alguna utilidad. Cuando la técnica lo permita y sea segura será necesario regularla legalmente”.
¿Estamos muy lejos de ese punto? El catedrático de biología molecular de la Universidad de Princeton (EE.UU.), Lee Silver, respondió: “A diferencia de otros analistas, estoy convencido de que los resultados preliminares de ACT muestran claramente que, si siguen insistiendo, lo conseguirán”.
Silver, como la mayoría de los científicos, no ve ninguna razón sólida para lanzarse a clonar niños, con una posible excepción: “La clonación reproductiva puede ser útil para una pareja que quiera tener un hijo por amor y no pueda conseguirlo por otro medio debido a problemas de esterilidad”. La jefa del Servicio de Biología del Instituto Dexeus, Ana Veiga, se muestra más cauta: “No conozco ningún caso de esterilidad cuya única solución sea la clonación. Puede recurrirse a la donación de óvulos o de esperma. Ningún caso justifica la clonación reproductiva”.
Pero lo que puede hacerse, acaba haciéndose, opina el presidente de la Comisión Nacional de Nefrología, Rafael Matesanz: “El único argumento contra la clonación reproductiva es su inviabilidad técnica. Cuando ésta se supere, nada podrá impedir que se practique, y no sólo para casos de esterilidad: el mundo está lleno de personas encantadas de haberse conocido, y los que puedan pagarlo querrán clonarse”.
* De El País. Especial para Página/12.