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Luego de su liberación tras 43 días de cautiverio, Ernesto Rodríguez superó ayer su cuadro de deshidratación y arritmia cardíaca, y hoy podría ser dado de alta del sanatorio Sagrado Corazón, donde fue internado desde el miércoles último. En tanto, Francisco Ríos, uno de los policías del Grupo Halcón que fue baleado durante el operativo de rescate, fue dado de alta ayer del hospital de San Andrés de Giles. Por su parte, el sargento Marcelo Gómez, quien también resultó con una lesión grave en el tiroteo, evolucionaba bien en el hospital Churruca.
Según informaron ayer las autoridades médicas del Sagrado Corazón, “el paciente es enfermo coronario, hipertenso, e ingresó deshidratado y con una pérdida de 12 kilos, más el agregado de toda una situación psicológica por lo que vivió”. Pero añadieron que en el tiempo que lleva internado “se completó el proceso de hidratación” y “cedió la arritmia” que presentaba al ingresar. También advirtieron que permanecerá en el lugar “al menos otras 24 horas”, aunque podría quedarse hasta el fin de semana.
En la clínica también informaron que Rodríguez “sigue sedado” y recibiría “tratamiento psicológico apenas reciba el alta médica”, para afrontar lo vivido en la precaria casa de campo donde permaneció en cautiverio. Su hijo, Corcho Rodríguez, dijo tras la visita: “Ahora está bien, ya se bañó, se afeitó, tiene las secuelas lógicas, pero está tranquilo”.