SOCIEDAD
“No queremos tener Rambos”
Luis Genoud se encontró al asumir como ministro de Seguridad con un cargamento de 500 ametralladoras Uzi que hacía dos años estaba abandonado en la Zona Franca. “Faltaba una nota” para que el Estado bonaerense, que pagó por ellas una cifra millonaria, las retirara. La diputada Graciela Podestá denunció una posible maniobra por la que las armas compradas como nuevas fueran en realidad recauchutadas. “Se comprobó que son nuevas y ya podemos usarlas junto a 3.600.000 proyectiles para reentrenamiento que estaban con peligro de vencerse”, aclaró Genoud a Página/12.
–¿Cuál es la hipótesis de conflicto para comprar tantas Uzi?
–La verdad es que lo ignoro. Pasaron siete ministros en todo ese tiempo. Pero hay que estar muy ducho en el manejo. Es un arma especial: para mi gusto, demasiado. Por ejemplo, acá tenemos 600 fusiles FAL que voy a canjear por algo. ¿El policía para qué quiere un FAL con un tiro efectivo a 800 metros? Para hacer un desastre... Por eso las vamos a canjear. La idea es dotar bien a la fuerza, pero no fabricar Rambos. Cuando hay que usar la fuerza pública hay que dosificarla.