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El viernes por la noche, en un programa por TV, el gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá, aunque admitió que eran métodos olvidados “por el recuerdo de la dictadura”, estimó posible la realización de “rastrillajes y allanamientos masivos como los que ya hizo, alguna vez, el ex ministro de Seguridad (León) Arslanián”, cuando Eduardo Duhalde era gobernador de Buenos Aires. Horas después de ese comentario, en un pub de Isidro Casanova, a pocas cuadras del lugar donde eran velados los restos de uno de los policías asesinados, se produjo un allanamiento masivo donde hubo golpes, lesionados y cerca de 100 detenidos.
El procedimiento fue reconocido por voceros de la Comisaría 6ª de Casanova, quienes informaron que hay varios arrestos por contravenciones como ebriedad y destrozos. Tres jóvenes que estuvieron esa noche en el pub Natural Dream, relataron a este diario que los policías “vinieron primero para insultarnos y decirnos que termináramos con la fiesta, ya que se trataba de un baile en la calle, frente al boliche” que está sobre la calle Quesada, a tres cuadras del cruce con la Ruta 3. Luego vinieron “los de la Guardia de Infantería, nos agarraron a palazos y nos metieron presos, pero no fue un procedimiento relacionado con la muerte de los policías. Les molestaba la música”.