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La contracara de las purgas tuvo lugar ayer, cuando 1736 uniformados de la policía provincial, entre las jerarquías de oficial ayudante y comisario mayor, fueron ascendidos por el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian. Al mismo tiempo, el funcionario informó que se declararon concluidos 7700 sumarios abiertos por infracciones y faltas disciplinarias menores, abiertos antes del 1º de octubre de 2003, “a excepción de los que importen además una responsabilidad penal o patrimonial”, señaló el ministro. Como ejemplo de los expedientes que quedaron sin efecto, Arslanian mencionó “el caso de un efectivo sumariado por haber excedido el permiso de dos horas otorgado por su superior para retirarse a almorzar con su familia, en circunstancia que cumplía un arresto de dos días por una falta menor”. También describió los casos de “un suboficial castigado por haber extraviado el sello medalla de la dependencia; y de un policía sumariado a pedido de una fiscalía de La Matanza, por no haber cumplido con la libertad de un aprehendido, cuando en realidad no podía hacerse efectiva porque se había corroborado que el individuo tenía otros pedidos de captura que hacían imposible el cumplimiento de la orden”. “Hemos hecho un proceso de depuración y vamos a seguir haciéndolo –agregó Arslanian–, respecto del personal que merecía un castigo. Hoy estamos anunciando un premio y vamos a continuar con esta política.”