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A Luis Saluzzi le faltaban apenas días para convertirse nuevamente en papá. Su esposa, a punto de parir, dormía junto a él y sus dos hijos, cuando un fuerte derrumbe se vino sobre su casa ubicada en la Barda de Ñireco, uno de los barrios más afectados de Bariloche por el temporal. Los giros del destino hicieron que la fuerza del alud se ensañara con la parte de la casa opuesta a las habitaciones. Luis y su familia no sufrieron ni un rasguño, pero la vivienda quedó destruida. Al igual que la pequeña despensa de la que vivía la familia.
“Me tuve que ir a vivir a la casa de mi suegra porque todo lo que conseguí con esfuerzo lo perdí. El problema de la Barda es que no tiene contención alguna. Es necesario solucionarlo”, expresó Luis a Página/12. Luego aprovechó el viaje del presidente Néstor Kirchner para reclamarle una solución. En su recorrida por los barrios afectados, el Presidente se comprometió personalmente a resolver su situación.
Luis, quien ayer se convirtió en padre, no para de repetir que se “asustó mucho” y de lamentarse por haber perdido su vivienda y su trabajo. Para colmo de males, después del derrumbe, su esposa “se descompuso” pero “por suerte, no pasó nada”. Aún ayer se veían las consecuencias del derrumbe de la casa de la familia Saluzzi. Entre los escombros se divisaban varias maderas, restos de lo que hasta hace poco habían sido los muebles del hogar.