SOCIEDAD › DOS DE CADA TRES ESPAÑOLES APRUEBAN LA INICIATIVA
Con una aceptación creciente
Por E. de B. *
Desde Madrid
El 66,2 por ciento de los españoles es partidario de que los homosexuales puedan casarse, frente a un 26,5 por ciento que se opone. Así lo revela el barómetro de junio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que muestra un apoyo menor a la adopción por parejas gays: el 48,2 por ciento es partidario frente al 44,1 por ciento que está en contra de que tengan “los mismos derechos que las heterosexuales a la hora de adoptar”. La encuesta se realizó entre el 25 y el 30 de junio, coincidiendo con el debate en el Congreso sobre el matrimonio homosexual y la celebración del Día del Orgullo Gay.
Las preguntas sobre el matrimonio homosexual –cuya tramitación fue aprobada por el Congreso con la oposición del PP, un diputado de Convergència i Unió y otro de Coalición Canaria– y la adopción no forman parte de las cuestiones fijas en los estudios del CIS, pero los estudios reflejan a qué velocidad fue cambiando la opinión de los españoles.
En septiembre de 1998 un 36,3 por ciento de la población no sólo ni se planteaba la posibilidad de que gays y lesbianas pudieran casarse –los transexuales tienen ese derecho una vez que consiguen cambiar los datos en el Registro Civil– sino que les parecía ‘siempre o casi siempre mal’ que tuvieran relaciones sexuales.
El apoyo al matrimonio es prácticamente el mismo que a la regulación de las parejas de hecho homosexuales, que deben tener los mismos derechos y obligaciones que las heterosexuales según el 67,7 por ciento de los encuestados.
Esta actitud concuerda con una visión más positiva de la homosexualidad: para un 76,6 por ciento es ‘simplemente, una sexualidad distinta a la de la mayoría de la gente’, y un 79 por ciento opina que ambas orientaciones sexuales son igual de respetables.
Por el contrario, queda un 22,2 por ciento que afirma que es ‘antinatural’; un 13,3 por ciento que cree que es una ‘enfermedad’ y un 4,2 por ciento que contesta que ‘debería ser sancionada’. También más del 30 por ciento considera que sería ‘un problema grave’ que su hijo o hija tuviera relaciones homosexuales, el doble de a los que les preocuparía que se casaran con alguien de otra raza (más del 17 por ciento).
Curiosamente, donde los ciudadanos ven más diferencia es entre matrimonio y unión estable. Aunque las tres cuartas partes de la población cree que una futura ley de parejas de hecho estatal debe reconocer a sus miembros los mismos derechos y deberes que a los casados, cuando se les pregunta por casos concretos.
La mitad opina que no deberían tener pensión de viudez, más del 70 por ciento les negaría el derecho a adopción y el 44,9 por ciento, no les dejaría heredar. En los tres casos son más quienes se oponen a concederles esos derechos que los partidarios.
El CIS también refleja el continuo descenso de quienes se declaran católicos. En junio lo afirmó un 79,1 por ciento de los encuestados. En mayo era el 79,7 por ciento. En 1998 el porcentaje llegaba al 95,3. En paralelo cae el número de los practicantes. Sólo un 19,1 afirma que asiste a oficios religiosos todas o casi todas las semanas. Esta cifra era de más del 27 por ciento hace siete años.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.