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“A la policía le faltan elementos y se concentran en asuntos graves, este tema de huida de hogar lo consideran de segundo orden”, se queja Francisco Maidana. Para él, la búsqueda de su hija fue una odisea que no le desea a nadie. “Cuando a las dos de la mañana me di cuenta de que no había vuelto la empecé a buscar. Lo primero que hice fue hablar con amigos de ella, familiares. Averigüé y no estaba ni detenida ni hospitalizada en la Capital y me fui a la comisaría a las 6, pero me desestimaron la denuncian diciendo que era muy pronto para dar intervención a un juez. Yo pensé que podían haberse ido para Villa Fiorito, donde él vivía antes, y tal vez sufrido un accidente. Pero como en la provincia no está unificada la información hay que comunicarse con cada hospital. También tuve que llamar a la morgue y dar su descripción.” Maidana sostiene que “se debería crear un departamento de la Side especializado en la búsqueda de chicos”. El padre de Julia también arremete contra la cumbia villera, una música que su hija incorporó a través de su grupo de amigos. “Supongo que al Presidente las letras no le hacen ningún daño porque es una persona ya formada –argumenta–. Pero a los adolescentes les generan un nuevo mundo de permisos. No está la antigua división entre lo bueno y lo malo. Pasan del arte a la apología de la violencia, la droga, la guerra a la autoridad”.