SOCIEDAD
El aparatito que delata las fantasías
Por Pedro Lipcovich
Muchas señoras, en sus tardes de ocio, se han formulado la pregunta: “La impotencia de mi marido, ¿tendrá causas orgánicas o psíquicas?.” La ciencia está en condiciones de ofrecerles respuesta categórica, gracias a un sencillo aparatito adecuadamente llamado “rigidscan”.
Consta básicamente de dos anillos recubiertos de plástico: uno va en la base del pene y el otro en la punta, y sirven para registrar la actividad de ese órgano mientras la persona duerme.
“La única manera de diferenciar entre impotencia psíquica y orgánica es registrar la actividad del pene cuando el individuo entre en el sueño REM, donde se producen los sueños –explica el andrólogo Alejandro Oliva, del Hospital Italiano de Rosario–. Esos sueños incluyen fantasías sexuales en cuyo marco se producen erecciones; las erecciones matinales, que en el 70 por ciento de los hombres se presentan a veces al despertar, responden al mismo mecanismo.” Cuando un hombre no logra la erección con su partenaire pero sí las tiene durante el sueño, quiere decir que su impotencia es psíquica; si las causas son orgánicas, el pene tampoco se pondrá duro cuando el hombre duerma.
El “rigidscan” registra el grado de rigidez, que se mide por el aumento de la distancia entre los dos anillos. Pero también registra la tumescencia, es decir, el engrosamiento del pene tanto en la base como en la punta. “Puede haber rigidez pero fallar la tumescencia, por ejemplo por problemas arteriales que alteran la llegada de sangre”, comenta Oliva.
El varón que, en dos noches consecutivas de sueño, tiene más de una erección de diez minutos consecutivos, con una rigidez en la base y la punta superior al 70 por ciento y una tumescencia de por lo menos seis centímetros, a ése, señora, no le pasa nada orgánico.