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La actual “fábrica del mundo” no está sólo en China sino también en su entorno. En especial en Japón y Corea del Sur más la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, que incluye a diez países de esa región con 620 millones de personas. El Asean, y los tres primeros países citados, buscan crear una gigantesca zona de libre comercio entre países que son hoy el eje de la acumulación global, y con quienes América latina tiene crecientes lazos comerciales e intergubernamentales. Si avanzan, como se prevé, en el llamado Acuerdo de Asociación Económica Integral (RCEP, en inglés) nacerá la plataforma más grande para la integración del comercio y las inversiones en Asia y en el resto del mundo.

Este es uno de los temas que aborda el libro Todo lo que necesitás saber sobre China, que la editorial Paidós acaba de publicar de los autores Néstor Restivo y Gustavo Ng, periodistas e investigadores especializados en la República Popular China.

En el libro –que abarca una amplia gama de temas referidos tanto a China como a la relación con América latina y Argentina en particular– Restivo y Ng señalan que “el pacto entre la Asean (Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam), más el trío China-Japón-Surcorea, que incluso abarca a quienes ya tienen lazos comerciales con el bloque, como India, Nueva Zelanda y Australia, merecería mayor atención en la Argentina, donde quizás desde la crisis capitalista que comenzó en 2008 el foco esté puesto en demasía en la problemática europea y la lenta pero palpable decadencia relativa, en lo económico, de Estados Unidos”.

Mientras avanza el RCEP, Estados Unidos –excluido de esa tratativa asiática– lidera otro proyecto, la Asociación Transpacífico, TPP, que incluye en nuestra región a México, Perú y Chile, y que ha avanzado recientemente. “Para Argentina, que ya tiene en China a su segundo socio comercial (rango que los chinos ocupan en varios países latinoamericanos, cuando no son ya el primero), toda esa región reclama más interés. Argentina le exporta hoy al Asean más que a Estados Unidos, y a toda Asia Pacífico más que a Europa” sostiene el libro.

En otro capítulo muy interesante, sobre la Nueva Ruta de la Seda, uno de los ejes de la política exterior del gobierno de Xi Jinping, el libro da cuenta de que en 2015 en el Foro de Boao, Xi hizo un racconto de los últimos 70 años que van desde el fin de la Guerra contra el Fascismo (como los chinos llaman a la Segunda Guerra Mundial) y la fundación de las Naciones Unidas hasta la histórica conferencia de Bandung hace 60 años, donde el líder chino Zhou Enlai y el líder indio Jawaharlal Nehru plantearon los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica y las coordenadas de la cooperación SurSur que ahora se ha renovado. “El marco general del proyecto consiste en la vinculación de Asia, Europa y Africa mediante el Cinturón Económico de la Ruta de la Seda a través de China, Asia Central, Rusia y Europa, un vínculo a través de Asia Central y Asia Occidental hacia el Golfo Pérsico y el Mediterráneo, y un corredor por mar y tierra que vincula China con el sudeste de Asia, sur de Asia y el Océano Indico, y a través del Mar del Sur de China hacia el Sur del Pacífico”.

Hasta fines del año pasado Argentina, con su mayor acercamiento a Rusia y a China, parecía estar más atento a estas construcciones. El cambio de gobierno ha puesto alguna duda sobre la continuidad de la relación bilateral, pero los autores creen que más allá de la retórica los lazos con China continuarán. De hecho, el gobierno Macri, cuyo partido en la oposición había criticado y desmerecidos el acuerdo swap de Bancos Centrales, apenas asumido olvidó la crítica y el desprecio y comenzó a utilizarlo