El programa de desmantelamiento de los principales resortes regulatorios del sistema financiero que está llevando adelante el gobierno desde que asumió es acompañado por distintas medidas tendientes a abultar aún más sus márgenes de rentabilidad. En el primer mes y medio de gestión al frente del Banco Central, Federico Sturzenegger avanzó con un paquete de medidas que implica una transferencia de recursos desde las personas y las pequeñas y medianas empresas hacia los bancos. A la eliminación de los topes para las tasas de interés mínimas para depósitos y máximas para créditos y de la necesidad de pedir autorización para aplicar aumentos en los cargos y comisiones, el Central busca incluir una rebaja en las cuotas para el fondo de garantía de los depósitos y aplicar el ajuste por inflación en los balances de los bancos. Esto último les permitirá a las entidades pagar menos impuestos, pese a que la promesa del macrismo era reemplazar la carga impositiva sobre los individuos para gravar la renta financiara. También impactaría en el acuerdo con los trabajadores del sector, que habían logrado un plus salarial por una participación en las ganancias de los bancos, que volvieron a registrar márgenes operativos record.

En el último Informe sobre Bancos que difundió el Central, ya bajo la conducción de Sturzenegger, correspondiente a noviembre último, se destaca un aumento en las ganancias del 110 por ciento al registrar un margen de 3592 millones de pesos. El resultado acumulado en los últimos doce meses fue de 32.417 millones. Los principales ingresos que obtuvo este segmento de bancos en los últimos doce meses se explica por el cobro de intereses por 57.282 millones de pesos, por servicios 42.933 millones y por tenencia de títulos públicos en cartera por 37.643 millones. Más allá de estos resultados, a los que habrá que adicionar en próximos informes la fuerte suba en las tasas de interés y el relajamiento de los controles, el informe comenzó a aplicar un ajuste por inflación en los distintos rubros relevados.

El sistema bancario todavía no está aplicando el ajuste por inflación por pedido de las propias entidades, quienes habían solicitado tiempo para adaptar sus balances a las normas de contabilidad internacional. El pedido lo elevaron principalmente bancos nacionales y chicos. El ajuste por inflación se gatilla cuando hay más de un 50 por ciento de la inflación en el lapso de tres años. Además, para hacerlo habría que salir del apagón estadístico que dispuso el gobierno de Mauricio Macri. De todos modos, el Central difundió los datos con este ajuste utilizando el índice de precios de la Ciudad de Buenos Aires. Según el informe: en noviembre los depósitos crecieron 42,2 por ciento en términos interanuales, pero con el ajuste por inflación el porcentaje desciende a 14,8 por ciento; el crédito creció 36,2 por ciento (9,9 por ciento ajustado por inflación); y el saldo del patrimonio neto se incrementó un 33,7 por ciento (7,9 por ciento). La implicancia de aplicar el ajuste por inflación es que va a llevar a que los bancos paguen menos por Ganancias y se reduzca la participación a los trabajadores.

El nuevo Directorio del Central analiza relajar también el compromiso de los bancos sobre los depósitos de sus clientes. En octubre de 2014, junto con la aplicación de un piso en torno al 23 por ciento para los depósitos a plazo fijo se elevó la garantía para esas colocaciones hasta 350.000 pesos. La cuota de los bancos se integra en la sociedad anónima Sedesa creada para administrar el Fondo de Garantía de los Depósitos (FGD). Según pudo saber Cash, la intención es disminuir el aporte como garantía para darle más liquidez a bancos a costa de un menor resguardo del dinero de los clientes.

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