Domingo, 21 de mayo de 2006 | Hoy
AGRO › EL DESPLAZAMIENTO DE ALARCON EN DIPUTADOS Y EL LOBBY DEL CAMPO
Por Susana Díaz
De ser cierto el apotegma “una imagen vale más que mil palabras”, la postal generada por la diputada María del Carmen Alarcón el martes pasado, más que su defensa cerril de los exportadores cárnicos, sería razón elocuente para que el Gobierno quiera mantenerla lejos de cualquier función de compromiso con las políticas oficiales, como por ejemplo la presidencia de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara baja. Si Néstor Kirchner fuese el setentista rencoroso y autoritario que algunos pintan, también sería razón suficiente para que el comportamiento de la legisladora sea analizado por algún tribunal de disciplina partidaria.
Visto desde la óptica del justicialismo de vieja cepa, a la foto con Alarcón no faltó ningún “gorila”. A su derecha, sin metáforas, sobresalía el orondo Guillermo Alchourrón, furibundo liberal menemista de los ’90, cuando comandaba el destino de la patriótica Sociedad Rural Argentina, devenido luego señor AFJP y actual diputado cavallista. En la montonera sacaban cabeza los sectores más conservadores de la dirigencia agropecuaria, desde Luciano Miguens, actual titular de la SRA, a Mario Llambías, de CRA. Con representantes menos glamorosos también dijo presente el brazo armado de la antigua alianza. Allí estaba Cecilia Pando de Mercado, activista castrense, esposa de su marido y devota de monseñor Baseotto, junto a miembros del Paufe, el partido del represor Luis Patti. “Dime con quien andas”, sentenciaría un prejuicioso.
Pero la imagen no estuvo sola. También se dijeron más de mil palabras. Los apoyos no fueron sólo los previsibles del macrismo y los restos de la UCR y el menemismo. Como sucede de manera ya habitual en estos “eventos”, no faltó el miembro del ARI que, siempre en representación de la jefa, aportara su verba encendida en favor de “la defensa de las instituciones”. La prensa “seria”, en su último editorial dominical, llegó a considerar a Alarcón ejemplo de lucha. Hasta para el lector más curtido fue difícil evitar un dejo de desazón frente al avasallamiento del Ejecutivo, que ya no reconoce límites en su búsqueda de la gramsciana “hegemonía”. Jorge Romagnoli, presidente de Aapresid, una de los sellos más novedosos del lobby agrario, que hasta ahora se había mostrado más preocupado en la difusión de las nuevas tecnologías, aunque sin dejar de participar en los reclamos más tradicionales del sector, pagó una solicitada para decir lo que podría haber publicado gratis: que el desplazamiento de la diputada santafesina era un capítulo más “del imperio de la obsecuencia”.
La democracia representativa, tal como existe hoy en Occidente y mal que les pese a quienes no recibieron el favor de los votos en las últimas elecciones, es el gobierno de las mayorías respecto de las minorías. Resulta por lo menos llamativo que un miembro elegido por estas mayorías se sienta reconfortado por el apoyo recibido, a pleno, por las minorías a las que, en principio, se supone no representaba. Más cuando este apoyo surge de la defensa de posiciones siempre contrarias a las que, actualmente, defiende el partido que la llevó al Congreso. Quizá por todo esto su viejo padrino, el también hombre de campo Carlos Reutemann, aclaró el mismo día de su destitución formal que la diputada santafesina ya no pertenecía a su tropa.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.