AGRO › REITERADA PUJA SECTORIAL EN EL MERCOSUR
Otra vez los pollos
Por Susana Díaz
Argentina podría no respetar el acuerdo para levantar los aranceles a los pollos brasileños. Así lo declaró el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, el mismo día en que el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, arribó a Buenos Aires para reunirse con Eduardo Duhalde. Se trató de un importante gesto político para destacar que el nuevo gobierno de Brasil piensa en el Mercosur como un proyecto estratégico y de largo plazo. Los discursos fueron casi previsibles, se volvió a hablar de “relanzamiento” y de la necesidad “de construir un mercado más grande desde el cual insertarse en un mundo globalizado”. Por eso, la simultánea reaparición de los viejos enemigos del bloque regional, las rencillas arancelarias sectoriales, fue la nota disonante.
Fernández, quien parece fungir precisamente de nexo entre los reclamos sectoriales y el Gobierno, señaló que Argentina “podría no respetar el acuerdo” para el ingreso de los pollos brasileños. “Voy a darle las explicaciones a quien quiera: en estos momentos, hay daño para el sector”, desafió. “No tengo que ser timorato y dar por sentado el acuerdo por más que esté firmado”, insistió. El ministro se refería así a lo acordado que en la última reunión que mantuvieron Duhalde y Fernando Henrique Cardoso, cuando se firmó el acuerdo automotor común, el convenio de créditos recíprocos y el levantamiento de las salvaguardas para los productos avícolas.
Vale recordar que los pollos brasileños deben pagar para ingresar al país entre 0,96 y 0,98 centavos por unidad y que la medida tiene vigencia hasta 31 de julio del 2003. El arancel extraordinario, impuesto durante la gestión de la ex secretaria de Comercio Débora Giorgi, fue denunciado por Brasil ante la OMC y podría concluir en un fallo desfavorable para la Argentina. Además, más allá de las posibles situaciones de dumping que deben ser investigadas, la medida tenía pleno sentido cuando el desfasaje entre los tipos de cambio de los dos países era significativo y anulaba cualquier razón de competitividad. Defenderlo hoy resulta por lo menos controvertido, más aun cuando las propias cámaras locales de productores avícolas reconocen una importante reactivación de la producción y un significativo aumento de las exportaciones, tanto de pollos como derivados. Todo parece indicar que el camino de la construcción del Mercosur demandará algo más que declaraciones de buena voluntad.