¿Qué impacto tiene la especulación inmobiliaria de los grandes inversores en el acceso a la vivienda de las clases medias y bajas?

–El negocio de inversión en desarrollos inmobiliarios es cuantitativamente chico porque está destinado a un segmento de la demanda que es menor que el ABC1. Son emprendimientos que están al margen de la planificación estatal respecto de lo que debe ser la vivienda de carácter social.

Pero la actividad especulativa impacta en el precio de todas las propiedades.

–Lo que hace es generar una situación irreal de elevación del precio de la tierra porque cuando los desarrolladores se disputan la tierra el valor sube. Son movimientos especulativos, pero no tienen un impacto directo en el acceso a la vivienda de los sectores populares. Nosotros en la actualidad estamos construyendo 1800 viviendas y además tenemos frenadas por causas judiciales 3800 viviendas más, cuando el promedio del Instituto en los últimos quince años nunca había superado las 500 viviendas por año.

¿Llevan adelante alguna política para favorecer el acceso a la vivienda de los sectores medios?

–Estamos por lanzar el programa Vivienda Porteña que es específicamente para sectores medios que no necesitan que les financiemos el ciento por ciento de la vivienda. Esos sectores pueden recibir un crédito bancario del sistema financiero, pero sus ingresos no les alcanzan para cubrir la cuota de la vivienda. Entonces diseñamos un mecanismo con el Banco Ciudad en donde el banco les financia a las empresas constructoras los proyectos que nosotros aprobamos. Además, el Instituto paga con sus recursos el 25 por ciento del precio de la vivienda a la empresa y lo garantiza con una hipoteca que tiene un período de gracia de 20 años para que las cuotas quedebe pagar el beneficiario no se superpongan con las que le debe pagar al banco.

¿Alguna de estas políticas puede generar un precio testigo de la vivienda que impulse los precios del resto del mercado a la baja?

–Es una hipótesis probable, pero el comportamiento de los especuladores es difícil de predecir.