Alejandro Rofman
miembro del Grupo Plan Fénix y director del posgrado
de especialización principal de economía social y desarrollo local

¿Cómo se explica el surgimiento de emprendimientos con tan bajos márgenes de ganancia?

–En un proyecto de economía social es impropio hablar de “márgenes de ganancia”, pues lo que se pretende es obtener ingresos dignos para la reproducción de la fuerza de trabajo familiar y que dicha retribución esté vinculada al real aporte efectuado por el integrante del proyecto, en el fortalecimiento de la institución solidaria. El número de asociados a instituciones de la economía social de distinto tipo en la Argentina es de aproximadamente 8 millones de personas, aunque con muy diferente grado de compromiso e involucramiento. El impacto social de estas iniciativas no debe medirse solamente por los beneficios económicos, sociales y culturales que brindan sino, especialmente, porque muestran que es posible crear estructuras solidarias, sin fines de lucro, y con participación efectiva que sustituyan el imperio de un modelo capitalista excluyente, autoritario y carente de sensibilidad social.

¿Se puede crecer sin capital de trabajo?

–El capital de trabajo, como en cualquier unidad productiva más allá de sus fines y su perfil organizativo, es indispensable. En la medida en que el aporte de los socios de una entidad de la economía social es un punto de partida indispensable, ese capital de trabajo puede expandirse en el tiempo por un proceso lógico de acumulación en donde los integrantes de la entidad no retiran la totalidad de los ingresos que les corresponde sino que dejan un porcentual para la capitalización.