[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

”El Parlamento del FMI es el Congreso de los EE.UU. Este es el problema”, define O’Connell. En principio, el Fondo es un organismo multilateral, pero de hecho, y mucho más allá de lo que es la cuota de EE.UU. (17,8%), lo real es que en el Congreso norteamericano el dominio de la derecha es bestial. “Mi hipótesis es que (los argentinos) tendremos mucho lío por bastante tiempo –dice el nuevo director centralista–, negociaciones truncas, éxitos, fracasos. Andaremos a los golpes. Pero tengo la impresión –tranquiliza– de que la crisis brasileña nos terminará dando una mano porque el buen alumno de la clase (alusión al gobierno de Lula) va a tener un problema. Este es un factor, porque el Fondo nos está acorralando con eso (el ejemplo brasileño). Para no hablar de Chile, donde el presidente socialista (Ricardo Lagos) nombra como presidente del Banco Central a un economista de derecha, una especie de Pou, por encima del consenso político labrado en el Congreso. En cuanto a Uruguay, su megacanje tendrá el destino del argentino. Se quedaron con una deuda que es el 120% del Producto, y tienen que lograr un superávit primario de 4% durante 10 años, ellos que nunca tuvieron más de 1 a 1,2%. Esas cosas funcionan un tiempo y después revientan.