Luego de meses de negociaciones y reuniones con el Ministerio de Trabajo mediando entre el conflicto que envuelve a los actores con los productores televisivos, finalmente el gremio actoral inició medidas de fuerza: durante toda esta última semana, la Asociación Argentina de Actores (AAA) convocó a sus afiliados a trabajar a convenio, según el vigente desde 1975. Así, desde el martes, Actores organizó un plan mediante el cual las jornadas laborales se extendían sólo por 6.45 horas. La medida de trabajar a reglamento intenta destrabar las negociaciones con los productores, a quienes Actores les están exigiendo un aumento en los bolos y contratos mínimos de tiras diarias y unitarios, acortar la jornada laboral a 8.45 horas y fijar un tarifario de pago por las repeticiones de los programas y la venta de los mismos al exterior. Por eso, la medida de fuerza de trabajar a reglamento comenzó el martes pasado en Pol-ka (afectando las grabaciones de Son de Fierro, Mujeres de nadie y El hombre que volvió de la muerte), le siguió el jueves en Central Park (Lalola, Patito Feo) y continuó ayer en los programas de Cris Morena Group que se graban en los estudios Pampa (Casi ángeles, Bella y Bestia). Sin solución a la vista, las posibilidades de que la TV local se vea afectada en breve –ya sea con una merma en la calidad de sus ficciones o con la disminución de los capítulos y el adelantamiento de los finales– parece estar más cerca de lo que se creía al comienzo del conflicto.